* Niega cualquier participación de su esposo y familia en agresión a saxofonista.
* Denuncia amenazas, linchamiento y tentativa de secuestro contra su familia.
En una carta abierta dirigida a la sociedad, Soledad Hernández García, esposa del ex diputado y empresario Juan Vera Carrizal, rompió el silencio negando cualquier participación de su familia en la agresión que sufrió en septiembre del 2019 la saxofonista mixteca María Elena Ríos.
Dijo que sus hijos y ella lamentan y reprueban la agresión a María Elena, así como todos aquellos que dañan en su salud e integridad a las personas.
Relató que su esposo, el 7 de octubre del año pasado, fijó su postura en medios de comunicación negando cualquier participación de los hechos en los que se le incriminan.
Indicó que los delitos y las penas no deben sobrepasar de las personas que los cometan, así lo establecen las leyes, por esta razón reprueba que derivado de lo ocurrido se esté llevando en contra de sus hijos, familiares y bienes, acciones de amenazas, tentativas de secuestro y un linchamiento mediático infundado, incluso hay una convocatoria pública en redes sociales lada tomar venganza invitándose a lanzar ácido a cualquiera de integrantes de su familia.
“Después de estos comunicados sociales, mis hijos y yo empezamos a notar que diversas personas, al parecer policías, vigilan nuestros domicilios y nos siguen a todas partes, se estacionan por tiempos prolongados en nuestros centros de trabajo y ocupantes de camionetas sospechosas prendieron secuestrar a una de mis hijas”, dijo.
Soledad Hernández mencionó que han pasado varios meses sufriendo estos acosos, y ella y sus hijos niegan cualquier participación en los hechos, en cualquiera de sus formas, a la par que se han ido enterando que se busca incriminar a su esposo por razones políticas y otro tipo de intereses.
“Así como por competencia desleal de quienes en tiempos recientes se decían sus amigos o sus socios, y que ahora aprovechándose de las circunstancias están obteniendo grandes beneficios económicos y financiando a terceros para perjudicarlo”.
Precisó que la misma hermana de la ofendida ha dicho que sospecha de muchas personas y las nombra como las posibles sospechosas que les pueden causar algún mal y ahí el Ministerio Público tiene la obligación legal que le impone el Código Nacional de Procedimientos Penales, de agitad todas estas líneas de investigación posibles de los hechos y no centrarse solamente en una.
Puntualizó que sus hijos y ella están abiertos al diálogo ante cualquier persona y autoridad para hacer todas las aclaraciones necesarias con las reservas de ley, pero piden y exigen que se deje de causar todo acto de intimidación o molestia a sus personas y familias.