¡AMLO decía que todo cambiaría, mentira, mentira, la misma porquería!, gritaban en un unísono los agremiados al Sindicato Independiente de Trabajadores y Profesionales de Salud (Sityps), quienes arribaron al Congreso del Estado para demandar respuestas a sus demandas.
En el marco de la comparecencia del secretario de Salud, Donato Casas Escamilla, los manifestantes cerraron los accesos al recinto legislativo, mientras otros más lograron ingresar a las galerías en donde reprochaban la extinción del Seguro Popular, pese a que el tema es de asunto federal.
El líder de los inconformes, Saúl Ulises Maldonado expuso que son al menos 566 empleados los afectados por el cambio de dicho régimen al Isntituto Nacional para el Bienestar (INSABI), a los cuales se les adeuda cerca de 12 millones de pesos.
“Por ley se tienen que liquidar al trabajador, porque se formará un nuevo organismo descentralizado. El INSABI no cuenta con lineamientos, reglas de operación, no tiene ni pies no cabeza”, señaló al exponer que no existe director, secretario o edificio del INSABI en la entidad.
Precisó que sumado a sus marchas, manifestaciones y plantón que mantienen en las oficinas de los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO), arrancaron con una serie de acciones legales y jurídicas.
El dirigente manifestó también que de los dos mil millones 500 de pesos que se destinarán a la entidad a través de este órgano sólo se destinaría el seis por ciento a labores administrativas y de recursos humanos.