Andan desatados. No perdonan ni siquiera que estemos en tiempos de pandemia de coronavirus y que sumen 3,573 defunciones.
Las “encuestitis” para la sucesión presidencial del 2024 están disparadas en México, y son más letales que el covid-19, de verdad que no se miden.
Aunque también pueden ser el reflejo de lo que el Presidente de la República se ha ganado con su sistemático golpeteo y confrontación con prácticamente todos los sectores de la sociedad. Su administración no lleva ni dos años y ya está reprobada.
En una encuesta realizada por la empresa México Elige, dada a conocer este lunes 11 de mayo, ubican a Hugo López Gatell y a Marcelo Ebrard Casaubón como los más cercanos aspirantes presidenciales para la sucesión del 2024, mientras que el Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador sigue a la baja en cuanto al manejo de crisis del covid-19.
Es preocupante para AMLO queel 52.1% lo repruebe en términos económicos, el 46.2% en cuanto a salud y de manera general el 47.7% de plano lo desaprueba. Y a la pregunta de si el Gobierno de la República frente al coronavirus está actuando de manera insuficiente, hay un 47.9% que está de acuerdo de que es así.
Sobre ¿qué tanto confía en el Presidente AMLO y su gobierno frente a la crisis del covid-19?, hay un 53.4% que respondió que poco/nada contra el 46.6% de algo/mucho. Mientras que sobre el número de casos confirmados de coronavirus, usted considera que…el 60% respondió que hay más infectados de los reportados contra un 29.4% que votó porque el número representa la cantidad real de infectados.
Y para rematar, en la pregunta ¿conoce personalmente a alguien infectado por el coronavirus?…el 66.2% respondió que no; contra un 33.8% que dijo que sí.
Contrario a esto, resulta que el subsecretario de salud Hugo López Gatell, en la tempranera carrera presidencial, salió con el 61.7% arriba en el posicionamiento de personajes políticos nacionales, seguido del canciller Marcelo Ebrard Casaubón con 52.9% y el Presidente Andrés Manuel López Obrador el 49.4%, es decir, lo mandaron a tercer sitio.
En el tipo de opinión de personajes políticos, vuelve a tomar la delantera López Gatell con el 39.6% con excelente; AMLO alcanza 34.4% pero sale disparado con el 45.9% de pésimo, mientras que Ebrard logra el 27.2% de buena opinión de la gente.
En la medición, un 84.1% mostró su desacuerdo sobre la decisión de que sigan operando las empresas del Grupo Salinas como Elektra, Banco Azteca y Salinas y Rocha porque no son negocios esenciales; el 89.5% respondió que no ha recibido algún apoyo extraordinario en esta pandemia y el 76.5% ha visto afectado sus ingresos por el coronavirus.
La muestra se levantó entre el 5 y 10 de mayo, a una población de 33, 448 mexicanos en la plataforma de Facebook con un nivel de confianza del 95%, el margen de error es de +-0.8%.
Es preocupante que en menos de dos años, la imagen presidencial esté en esos niveles de no aceptación, de verdad, y eso se debe en mucho a los pleitos y resentimiento del Presidente, quien ya se abrió muchos frentes, con periodistas y líderes de opinión al descalificarlos por completo y decir que son prensa vendida y que no hay periodistas independientes en este país, por supuesto, el insulto le mereció respuestas contundentes del gremio periodístico.
Con la comunidad médica contra quienes despotricó en una de sus mañaneras a quienes les dijo que solo buscan enriquecerse, neta, no se midió el Presidente, porque hoy más que nunca México necesita de los profesionales de la medicina que son quienes están en la primera línea para hacer frente a la pandemia del coronavirus y no es justo que los trate con la punta del pié, cuando en otros países les aplauden.
Se peleó con los empresarios, con los hombres de negocios, de plano les dio la patada y les dijo a las pequeñas y medianas empresas que si tienen que quebrar pues que quiebren, pero no hay apoyos ni rescate, cuando son estas empresas las que ofertan el mayor número de empleos en México, en tanto que a sus “amigos” como el Grupo Salinas y el magnate Manuel Bartlet los respalda en todo.
Con los gobernadores Francisco García Cabeza de Vaca, de Tamaulipas; Jaime Rodríguez Calderón, de Nuevo León; y Miguel Riquelme Solís, de Coahuila, también se abrió un frente y los mandatarios mostraron públicamente su enfado hacia el gobierno federal por la desatención en la que han estado a lo largo del presente sexenio.
Al reclamo por la disparidad se sumaron los gobernadores de los estados de Durango, José Rosas Aispuro Torres, del PAN; de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, del PRD y José Ignacio Peralta Sánchez de Colima, incluso hasta amenazaron con salirse del pacto federal y en qué momento, cuando el país entró en recesión económica y tocamos el pico de la pandemia.
Pero antes ya se había confrontado con las mujeres, con los grandes grupos feministas de este país, quienes realizaron una marcha histórica en la Ciudad de México para repudiar su política contra la violencia de género y hoy AMLO sigue diciendo que no ha aumentado la violencia contra mujeres en cuarentena, “hay mucha fraternidad familiar”, sin duda alguna tiene otros datos.
Porque solo en la Ciudad de México, van más de 812 reportes de la Línea Mujeres de Locatel, que han denunciado sufrir violencia durante el confinamiento.
Estos son algunos de los factores que han influido de manera negativa en la popularidad de Obrador, porque el Presidente ha preferido mantener una “guerra abierta” que un gran acuerdo nacional, sumido en sus ideas como lo dicho ayer en la mañanera:
“Estamos aplicando un modelo alternativo al neoliberalismo para alcanzar el bienestar y la felicidad del pueblo. Protegemos primero a quienes más lo necesitan, aumentamos su capacidad de consumo y con ello fortalecemos el mercado interno y la economía nacional”.
¿Cuál felicidad?…¿cuál economía?, mucha gente está desempleada, otros más se están muriendo de hambre, ¿dónde están las políticas públicas para atender a ese sector más pobre de la población?
Ya es alarmante lo que ocurre con el Gobierno federal, los hospitales públicos siguen clamando equipos de protección, respiradores, muchos de los nosocomios iniciaron la atención de pacientes infectados sin estar reconfigurados y uno de los mejores ejemplos es Oaxaca, donde brotan las denuncias contra directivos del ISSSTE y del IMSS.
Otro factor que le ha traído muchos negativos a la figura presidencial, es el manejo de las cifras de covid-19, hoy por hoy no existe una fuente oficial confiable que le diga a la sociedad mexicana cómo está México realmente frente a la pandemia, hay malversación de cifras y datos, la confusión ha empeorado, por ello mucha gente se mantiene incrédula, no creen en el virus, piensan que es falso, que es un asunto económico mundial.
¡Qué grave!
¡Ah!, pero ya hay presidenciables para el 2024, Gatell y Ebrard están en plena campaña electoral, aunque a México se lo lleve la tostada.
Hoy más que nunca el país requiere de una gran reconciliación nacional, de UNIDAD, para hacer frente a la pandemia del covid-19 y a la otra, la económica, la más letal, no de “calenturas tempraneras”, porque son miles de personas que no tendrán empleos ni alimentos que llevarles a sus familias, ojalá lo entienda López Obrador y retome el rumbo de México.
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