El ataque armado en Acatlán de Pérez Figueroa, en donde falleció el joven estadounidense Alexander Gómez “Chander”, de 16 años de edad, mantiene a Carlos, su amigo, en estado de salud grave ante el disparo que recibió en la cabeza.
La noche del 9 de junio, tres jóvenes a bordo de una motocicleta se dirigieron a una tienda de conveniencia en la localidad de Vicente Camalote, para adquirir un refresco, sin embargo y de acuerdo a versiones oficiales se negaron a pararse en un filtro sanitario por la pandemia del Covid-19.
La situación provocó que los uniformados les dispararan en la cabeza, porque presuntamente los confundieron con criminales.
El dolor mantiene entera a Virginia Gómez, quien acusó a los uniformados de sembrar un arma al cadáver de su hijo, que soñaba en dejar su huella personal en el fútbol y darle el mundo a su mamá.
“¡Miren como me lo dejaron. Todavía se encargaron en ponerle una pinche pistola en la mano”!, gritaba con impotencia y dolor la mujer de Chander, quien era parte de un equipo de fútbol de la tercera división de la filial de los Rayados de Monterrey en Tierra Blanca Veracruz.
La Fiscalía General del Estado, informó que detuvo a la persona que disparó, sin dar detalles si se trataba o no de un policía. En un comunicado de prensa señala que el arma utilizada era una escopeta y que no se trataba de tres sino nueve adolescentes quienes sufrieron el ataque.
De manera extraoficial se ha dado a conocer que no es uno sino dos las personas quienes accionaron su arma de fuego contra estos adolescentes, quienes habrían ido por un refresco.