-A pesar de las denuncias interpuestas ante el MP y del relato de dos niñas, una fue abusada sexualmente, aún no hay respuesta de las autoridades ministeriales
A Guadalupe le arrebataron la inocencia de tajo. Abusada sexualmente por su padrastro Fernando, la niña se enfrentó a la indiferencia e incredulidad de su madre Estela además de cargar a cuestas el cúmulo de amenazas en contra de su familia paterna.
Quien ha apoyado a la madre de las víctimas, quien sufre problemas de alcoholismo es el coordinador del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI), Alberto Reyna Figueroa.
De acuerdo a denuncias interpuestas en el Centro de Justicia para las Mujeres de
la Región del Istmo con número de expediente 17906/FIST/IXTEPEC/2020 la niña de 16 años de edad y originaria de Asunción Ixtaltepec, ha caído en crisis porque teme que Camila, su hermana de 10 años de edad viva el mismo martirio a la que la han obligado.
“Mandaron a traer a mi hermana y en lo que llegaba a mi me pasaron con la psicóloga donde le conté lo ocurrido y también fue a la persona que le dije que no quería que mi hermana se fuera con mi mamá ya que su pareja Fernando abuso de mi sexualmente en el tiempo que estuve viviendo con ellos en su casa”, relató la menor duramente su declaración ante el Ministerio Público.
Guadalupe recuerda claramente que al acusar a su padrastro Fernando con su madre ésta sólo lo cuestionó pero no pasó a mayores: ” Fernando negó todo burlándose de mi. Mi mamá nos da miedo al igual que su marido”.
Aunque el Sistema para el Desarrollo Integral para la Familia (DIF), de Ixtaltepec había acordado que las niñas vivieran con Edson, su padre, el organismo decidió a última hora que se turnarían con su madre.
“En el DIF de Ixtaltepec nos dijeron al principio que nosotras íbamos a escoger con quien quedarnos y después nos dijo que una semana estaremos con mi mamá y otra con mi papa, pero no estoy de acuerdo porque no respetan lo que nosotros queremos quedarnos con nuestro papá y abuelos paternos”, reveló Guadalupe.
Con voz clara y pausada, Camila narró un episodio donde su madre se la llevó con violencia de la casa de su padre: “yo estaba con mi papito, mi hermana y yo nos estábamos cambiando, pero mi mamá llamó a mi hermana Guadalupe para decirle que me quería. Entonces yo salí llegaron hombres con pistolas. Mi mamá me agarró y me subió al carro yo lloré porque quería abrazar a mi hermana, estaba muy asustada”.
Denuncian violencia intrafamiliar
Las niñas así como el padre interpusieron una denuncia contra Estela bajo los cargos de violencia intrafamiliar el pasado 06 de junio. Edson explicó que vivió en unión libre con la mujer de quien se separo en el 2013 ante su excesiva necesidad del alcohol.
“Ella- Estela- se gastaba todo el dinero de la quincena en borracheras. Una vez le di la tarjeta del banco para que retirara dinero para darle de comer a mis hijas, pero mintió al decir que no habían depositado porque se lo gastó en sus borracheras”, relató el exmarido quien en ese momento tomó la decisión de separarse de ella.
Después de este hecho, la mamá de las menores de edad decidió compartir a sus hijas quedándose con las niñas los fines de semana en su casa en Juchitán, mientras que Edson las cuidaría toda la semana.
Sin embargo desde febrero de este año, las niñas se han negado a visitar a su madre ante la presencia de Fernando, presunto violador, y el maltraro que también han sufrido por parte de Federica, su abuela materna.
Por lo que Guadalupe y Camila han solicitado a las autoridades quedarse con su padre y abuelos, toda vez que se sienten seguras y protegidas.
Las amenazas
Sin embargo Estela, la madre de las niñas las ha chantajeado, señalan los estudios psicológicos a los que se han sometido sus hijas, aunado a ello la mujer ha solicitado el apoyo de sus “influencias” con el coceista y hoy funcionario del INPI, Alberto Reina Figueroa, temen hasta por sus vidas.
Por lo que, el coordinador del Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas, Reyna Figueroa y expresidente de Juchitán presuntamente ha amenazado al padre y abuelos de las niñas.
El funcionario, quien presume su influyentismo pretende que las menores de edad víctimas de violencia sean entregadas a sus violentadores. Por lo que ha ofrecido supuestamente el apoyo a Estela.
La vida de las niñas se ha convertido en una historia de terror, a pesar de las pruebas y testimonios presentados por las agraviadas, las autoridades ministeriales aún no resuelven el caso.