México y Estados Unidos ya tienen el borrador de un acuerdo para evitar un “embargo pesquero de mayores consecuencias” y trabajar con miras a eliminar las actuales restricciones comerciales impuestas a los productos del mar en el Alto Golfo de California, por la falta de una estrategia efectiva para frenar la mortandad de vaquita marina.
Las negociaciones al más alto nivel entre ambos países podrían concluir con la publicación de una nueva estrategia integral para la región por parte del gobierno mexicano que sería publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Los puntos sobresalientes del acuerdo tienen que ver con la eliminación total de las redes de enmalles en el Alto Golfo de California, y su sustitución por artes de pesca, alternativas y sustentables.
La inspección y vigilancia para acabar con la captura ilegal de pez Totoaba, en cuyas redes queda atrapada la vaquita marina, con la incorporación de lleno de la Secretaría de Marina (Semar) en estas tareas, lo que quedaría establecido con la reforma a Ley General de Pesca y Acuacultura Sustentables, que impulsa Morena en la Cámara de Diputados para la transferencia de facultades que hoy son responsabilidad de Conapesca.
A principios de semana se realizó una reunión interna entre Semar, Semarnat y Sader para buscar opciones de financiamiento para las nuevas redes ecológicas y su implementación en el hábitat del mamífero marino en mayor peligro del mundo.
El próximo lunes, los secretarios de Agricultura, Marina y Medio Ambiente sostendrán un encuentro privado para afinar la propuesta que será presentada al presidente Andrés Manuel López Obrador y al Gabinete de Seguridad para que pueda ser publicado a la brevedad.
El Gobierno de Estados Unidos pidió a México resultados más que promesas, por lo que la próxima temporada de captura de camarón en el Alto Golfo de California, que inicia en el mes de septiembre será la prueba de fuego para la nueva estrategia gubernamental.
Una vez que la administración de Donald Trump confirme que la protección de la vaquita marina va en serio, iniciaría el proceso para regresar la comparabilidad a México, es decir, para avalar que nuestro país cuenta con una regulación equiparable a la Estados Unidos, con el fin de evitar las capturas incidentales de especies protegidas, con lo que nuestro país recuperaría la certificación de las pesquería por parte de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés).
Posteriormente, el Departamento de Comercio de Estados Unidos deberá presentar alegatos ante el juez Gary S. Katzmann del Tribunal de Comercio Internacional, para levantar el embargo pesquero contra México, que data de agosto de 2018 y que fue ampliado el pasado 3 de abril a pequeñas embarcaciones y barcos, con lo que se prohíbe la importación a territorio estadounidense de camarón, sardina, chano, sierra, arenque, macarela, anchoas y curvina del Alto Golfo de California.
Ante este panorama, el camino de México es largo para lograr echar abajo el embargo de Estados Unidos, y evitar que se pueda extender, donde se requiere la participación de pescadores organizados y las comunidades de San Felipe, Baja California y Golfo de Santa Clara, Sonora, abandonadas a su suerte desde finales de 2018, sin opciones productivas ni apoyos del gobierno.