CIUDAD DE MÉXICO.- La falta de dinero en plena crisis por el Covid-19 y la incertidumbre por la devolución de la totalidad de su dinero, ha llevado a clientes de Banco Famsa a la desesperación y el enojo.
Varios de ellos depositaron o hicieron transacciones por sumas importantes de dinero en los últimos días de junio, sin que nadie les advirtiera que la institución estaba siendo investigada por las autoridades y que en unas horas la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) la liquidaría.
Jubilados, trabajadores o simples inversionistas que confiaron en Banco Famsa no recuperarán la totalidad de su dinero con el seguro de depósito que les garantiza el Instituto para la Protección del Ahorro Bancario (IPAB) si tienen en el banco más de 2.5 millones de pesos. En el mejor de los casos, deberán esperar un año para que se liquiden los activos de Banco Famsa y reciban sus recursos.
Si bien se trata de unos 2 mil 400 clientes los que encuentran en el peor escenario, es decir 0.4% de la totalidad de los usuarios de Banco Famsa, han comenzado a organizarse. Dispersados en varios estados del país, buscan los canales para acercarse al Poder Legislativo, mientras que los más radicales amenazan con emprender medidas legales para recuperar la totalidad de su dinero.
“Si no nos pagan, saquearemos las tiendas”, dice uno de los afectados contactado por EL UNIVERSAL. En la mayoría de los casos, estos afectados prefieren mantener el anonimato.
“El 10 de junio pregunté cómo estaba el banco debido a la pandemia, y me dijeron que estaba bien, que sólo la tienda estaba afectada por las ventas. Toda la mueblería estaba acordonada, pero la gente seguía haciendo sus pagos y abrí ese día la inversión”, comenta otro de los clientes que actualmente no puede disponer de sus recursos y está a la espera de que se agilice el trámite por parte del IPAB.
“Mi papá, médico de toda la vida con dos trabajos, lleva 25 años ahorrando. Cada peso que ganaba lo metía al banco, con el cual tenía contrato desde hace 12 años. Actualmente jubilado, lo que le dieron de su fondo de retiro lo metió junto con sus primeros tres meses de pensión en abril. Acudimos al IPAB y nos manejan la situación como si esto fuera un seguro de un carro, casi queriendo que le agradeciéramos que nos daban el seguro y, por lo demás, no se hacen responsables”, comparte una afectada por la liquidación de Banco Famsa.
En una carta dirigida a la Cámara de Diputados titulada “Solicitud de respaldo para los ahorradores mexicanos”, que se entregó a los legisladores, los clientes de Banco Famsa que han logrado organizarse expresaron su desesperación por la falta de certeza para recuperar íntegramente su dinero y su decepción de que las autoridades financieras no hayan advertido sobre los problemas del banco.
“Entre nosotros hay historias de profesores, migrantes, discapacitados, jubilados, profesionistas y pequeños empresarios. Esta liquidación ha significado la zozobra de familias que, de la noche a la mañana, perdieron gran parte de su patrimonio, seguridad y estabilidad tanto económica como emocional, argumentan los afectados.
“También representa una amenaza para quienes tienen sus ahorros en otras instituciones bancarias que evidentemente no están siendo debidamente reguladas, ni supervisadas ni sancionadas. Se ha enviado una señal de desconfianza hacia el sistema bancario en el país. Un banco pequeño desinfló 40% de los fondos del IPAB. ¿Estamos realmente preparados para enfrentar la quiebra de un banco grande?”, cuestionan.
Por el momento, los afectados siguen el proceso que ha marcado el IPAB, de esperar que el cheque llegue a su casa y activarlo en el sitio electrónico del organismo. Sin embargo, se presentan casos en los cuales el trámite es más lento a lo estimado o que deben acudir a una sucursal para continuar el procedimiento y acceder a sus ahorros.