CIUDAD DE MÉXICO.- Como un acto revolucionario y de emancipación calificó el director general de Bibliotecas Públicas de la Secretaría de Cultura federal, Marx Arriaga, el Manifiesto de Bibliotecas Públicas Mexicanas que dio a conocer y que según dijo, envió mediante correo electrónico, a los 15 mil bibliotecarios mexicanos para que lo lean y lo suscriban y así se sumen al único firmante que tiene el documento este lunes: él mismo.
En una charla virtual organizada por la red de bibliotecas públicas del Estado de Hidalgo, Arriaga leyó el documento que contiene 12 preceptos y que aseguró que es un llamado a la unidad de los bibliotecarios para que pasen a la posteridad como los misioneros que le enseñaron a su pueblo a defenderse de los abusos de los explotadores y de un sistema de consumo.
Estamos hartos del olvido, del abandono de nuestra red nacional de bibliotecas públicas, estamos cansados de que se nos considere el escalón más bajo de los presupuestos destinados a la cultura y a la educación en este país. Estamos aburridos de la apatía de los intelectuales orgánicos que se quejan por la disminución de sus prestaciones pero que son incapaces de exigir una biblioteca pública decente”, comienza el Manifiesto que leyó Arriaga.
El funcionario de la Secretaría de Cultura federal aseguró que él suscribe el Manifiesto y lo defenderá con todas sus fuerzas, “lo hago porque necesitamos un colectivo que reconozca la importancia de los libros y con base en él empezar a construir la biblioteca que necesita.
México requiere convocar a todo bibliotecario, a todo amante de los libros de las diferentes comunidades y asumir que estamos en una batalla en contra de la ignorancia y de los abusos.
Asumir que el carácter humano, la solidaridad, el compañerismo, la piedad y la misericordia deben ser los valores fundamentales que sostengan el trabajo colectivo en la formación de la biblioteca”.
Dijo que estando todos organizados, “asumiendo el carácter ideológico del colectivo”, sólo entonces podrán reconstruir la biblioteca generando actividades que eduquen al resto de la población apática; “estoy convencido, si seguimos este camino, las bibliotecas públicas mexicanas estarán destinadas a servir como faros del conocimiento y como trincheras revolucionarias”.
En la charla donde también estuvo el secretario de Cultura de Hidalgo, José Olaf Hernández, Marx Arriaga recordó el discurso que dio Federico García Lorca, en 1931, cuando se inauguró la biblioteca de su pueblo natal, Fuente Vaqueros; también recordó el manifiesto de las bibliotecas públicas que impulsó la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA), en 1994, pero cuestionó que éste se centra en los servicios bibliotecarios, y no en los bibliotecarios, como si lo hace el manifiesto mexicano que hoy presentó.
“Este es un acto revolucionario, por qué revolucionario es tener un programa de desarrollo nacional que impulse el reparto del libro y la actualización del acervo, porque es revolucionario el tener un programa desarrollo nacional que busca coordinarse con todos los integrantes de la red valorando el esfuerzo de cada uno de nosotros, sin subordinarlos, promoviendo un trato justo y equitativo, porque revolucionario para nosotros promover una legislación en nuestra área que coloque como eje central el trabajo del bibliotecario”, señaló y llamó a los 15 mil bibliotecarios a firmar el documento.