La justicia de Ecuador ordenó este jueves el arresto domiciliario del expresidente Abdalá Bucaram por su presunta responsabilidad en una trama de corrupción que habría llevado al asesinato en prisión de un israelí, informó la Fiscalía.
Una jueza de Quito dictó “arresto domiciliario (por tener más de 65 años) con vigilancia policial las 24 horas del día” para el exmandatario en una audiencia realizada durante la madrugada, señaló el ente acusador en un comunicado.
De 68 años y destituido por el Parlamento en 1997, seis meses después de haber asumido la presidencia, Bucaram está siendo investigado junto a tres funcionarios de la Agencia Metropolitana de Tránsito (AMT) de Quito por un intrincado caso de corrupción durante la emergencia sanitaria por la pandemia.
Bucaram, quien alega inocencia y se declara un perseguido del gobierno, había sido detenido la víspera después de que el escándalo tomara un giro dramático con el asesinato, el sábado, de un israelí en una penitenciaría en Guayaquil (suroeste).
En el ataque también resultó herido otro hombre de la misma nacionalidad. Ambos habían sido arrestados en junio con 100.000 dólares en su poder, que presuntamente eran parte de una negociación irregular con Jacobo Bucaram, hijo del expresidente y quien está prófugo.
Los extranjeros, que según las autoridades portaban además credenciales falsas de la agencia antidrogas estadounidense DEA, declararon a las autoridades que vendieron a los Bucaram test para detectar el nuevo coronavirus. Las pruebas serían parte de una venta de insumos médicos con sobreprecio a hospitales públicos.
Los israelíes llevaban documentos adulterados que les habrían sido entregados por funcionarios de la AMT que integraban la escolta del exvicepresidente Otto Sonnenholzner, quien renunció hace un mes sin mayores explicaciones, aunque se mantiene cercano al gobierno de Lenín Moreno.
La justicia ecuatoriana señaló que el exmandatario Bucaram y los demás implicados deberán responder por “enriquecimiento privado no justificado, estafa, uso doloso de documento público, evasión tributaria, incluso, presuntamente, delitos contra la vida”.
La ministra de Gobierno (Interior), María Paula Romo, señaló el miércoles que Abdalá Bucaram también deberá esclarecer si tiene relación alguna con el asesinato del israelí.
El exgobernante ya estaba bajo vigilancia domiciliaria, mediante un grillete electrónico, por otras investigaciones por corrupción.
A su expediente se suman sospechas por tráfico de armas y bienes patrimoniales que fueron encontrados en un allanamiento en junio a su casa, donde también se hallaron insumos médicos.
A raíz de las investigaciones que involucran a los Bucaram, el exgobernante se autoproclamó candidato presidencial para los comicios de febrero próximo.
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