Una experiencia “galáctica”, fue la que vivió Víctor Aldebarán de cuatro años de edad, quien vestido de astronauta acudió con su madre Alohani Cabrera Vásquez a un hospital de Salina Cruz en el Istmo de Tehuantepec para recibir su respectiva vacuna.
Debido a la contingencia sanitaria que se vive por la Covid-19, la mamá del menor de edad se las ingenio para no aplazar más el checo médico de Víctor y protegerlo de la pandemia.
“Le tocaba aplicarle su vacuna de los cuatro años, la había estado postergando hace ya unas dos semanas por el motivo de la contingencia, un hospital no es un lugar seguro, pero también es necesario tener su esquema de vacunas completo, como todo niño es inquieto, nadie está acostumbrado atraer cubrebocas ni a tomar medidas es algo nuevo”, relató Alohani Cabrera Vásquez
A Víctor le gustan los trajes espaciales, hace unos días aprendió del sistema solar además le gusta ver por el gps satelital, por lo que su mamá decidió entonces adaptar un traje de astronauta y alvmismo tiempo protegerlo.
Un uniforme del papá, que le otorgaron en su trabajo, limpia pipas para adptarlo al cuerpo de Víctor, para evitar dañar la prenda, así como manualidades de la escuela, fueron los elementos perfectos
“Cuando lo vio me dijo que le faltaba algo unos propulsores para poder volar alto al espacio y poder llegar a su vacuna, ningún niño va contento a que lo inyecten creo que la mayoría; busqué el material reciclado y optuvimos los propulsores. Fue una experiencia mágica para él porque fue vestido de astronauta”, dijo la mamá.
Al arribar al hospital General Zona 02 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMMS), el niño observo a los soldaditos de la película Toy Story, los cuales “resguardaban” el lugar, esto mientras los marinos lo saludaban.
“Adentro vio a otros astronautas -los médicos- que llevaban sus cascos, pero él estaba contento porqué él era el único que llevaba propulsores y lo hacía volar más alto hasta ver los planetas. Como buen astronauta no se quito su traje ni parte de su equipo porque él sabe que los astronautas no se lo pueden quitar mientras estén en el espacio”.
La madre del menor aseguró que investigó en donde le aplicarían la vacuna, para hacerle una ranura al traje para que no fuera necesario mover nada. “Fue una experiencia galáctica para mi hijo”, dijo.