Artistas plásticos del Jardín Antonio Labastida, rindieron un homenaje en memoria de aquellos que han perdido la vida por la Covid-19, con el encendido de veladoras y la colocación de un moño negro en uno de los árboles representativos del lugar.
Encabezados por Markoa Vásquez, las y los participantes aseguraron que el arte es curativo y preventivo, terapéutico. Al escuchar o ver una obra de arte se entabla un diálogo contigo y empiezas a descargar el estrés que nos han provocado estos meses de pandemia, expusieron.
Del mismo modo y con las medidas preventivas, los artistas se incorporaron a la nueva normalidad para exponer y vender sus obras luego de varios meses sin poder hacerlo.
Detallaron que fue a partir de este domingo, cuando se instalaron en el Jardín.