El presidente Andrés Manuel López Obrador expresó su desacuerdo con la toma del inmueble de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), por considerar que hay vandalismo y reprochó la pinta a un cuadro de Francisco I Madero.
Aunque dijo ser respetuoso de la protesta social, entender el dolor de las víctimas y no reprimir ningún movimiento, sí consideró que no hay justificación para esa protesta que encuadró en la violencia.
“¿Por qué no van y hablan con la presidenta de la Comisión, Rosario Piedra? Dan qué pensar esas actitudes”.
El mandatario hizo una amplia referencia a la vida de Madero, personaje histórico que ha reivindicado en el discurso y hasta en la tipografía de su administración.
“Ofrezco disculpas por lo que estoy diciendo, pero yo siempre digo lo que pienso y claro que no me gustó ¿Cómo me va a gustar ver a Madero ultrajado? Nadie debe ser ofendido así, vilipendiado. Menos un luchador por la democracia como Madero”, dijo.
También recordó que Rosario Piedra es hija de Rosario Ibarra, precursora en la búsqueda de desaparecidos tras el caso de su hijo Jesús Piedra Ibarra. El mandatario insistió en que la ombudsperson es una luchadora social que no procede de la academia o la sociedad civil como en el pasado, cuando esa posición era usada para simular sin denunciar a quienes estaban en el poder.
Desde el pasado martes 1 de septiembre, colectivas feministas mantienen tomado un inmueble de la CNDH ubicado en el centro histórico de esta ciudad. En protesta por falta de atención a caso de mujeres víctimas, así como a una rectificación de las políticas implementadas en los últimos dos años en materia de género.
Hoy, al referirse al asunto, López Obrador mencionó que durante su período como opositor jamás recurrió a acciones vandálicas ni a la violencia.