La toma de las instalaciones sucede luego de que varias mujeres que habían acudido a una reunión con la titular de la CNDH, Rosario Piedra, se negaran a salir de la sala de juntas, reclamando justicia por sus casos. Foto: Tomada de Internet
Las instalaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) en la Ciudad de México permanecen tomadas desde el pasado jueves. Primero, por mujeres víctimas de agresiones sexuales, y, ahora, por colectivos feministas, quienes reclaman acciones efectivas contra la violencia de género.
La toma de las instalaciones sucede luego de que varias mujeres que habían acudido a una reunión con la titular de la CNDH, Rosario Piedra, se negaran a salir de la sala de juntas, reclamando justicia por sus casos.
Uno de ellos es el caso de Marcela Alemán, madre de una víctima de abuso sexual, quien busca justicia para su hija que fue abusada por el personal de un colegio privado en San Luis Potosí, en 2017, cuando la menor tenía cuatro años.
Marcela Alemán, incluso, se amarró a una silla para que no la sacaran de las instalaciones de la CNDH. A su retiro, grupos feministas que habían acudido a apoyarla se quedaron en el edificio.
Erika Martínez
La hija de Erika Martínez tenía 7 años cuando el hermano de su padrastro abusó sexualmente de ella. Vivían todos en la misma casa, así que tras la denuncia, ellas además se quedaron sin vivienda. Tres años han pasado y no hay justicia, el presunto agresor sigue libre y Erika y su hija no tienen dónde vivir.
Fue justo la hija de Erika, ahora de 10 años, quien pintó sobre el cuadro de Francisco I. Madero que estaba al interior de la Comisión, un acto que el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo en su conferencia matutina del lunes que era vandalismo y que quien lo haya hecho es porque no conoce la historia o es un conservador.
Leer más en: VANGUARDIAMX