- ¿Alguien se ha preguntado cómo se vive la menstruación? ¿Factor de discriminación y estigma? ¿Cómo se sustenta durante 40 años de la vida?
- Mujeres destinan el 5 % del gasto mensual a la compra de estos productos insustituibles
Sara Lovera
SemMéxico, Cd. de México, 17 de septiembre, 2020.- Legisladoras de todos los partidos políticos, a iniciativa de la diputada Martha Tagle Martínez de Movimiento Ciudadano, exigirán que todos los productos para la menstruación sean gratuitos, se les elimine cualquier impuesto y se pongan en marcha políticas públicas.
Afirman que las mexicanas experimentan la menstruación durante 40 años de su vida, el gasto es alto, consumen productos insustituibles, viven estigmas por su condición de menstruantes y urge que lo hagan en condiciones de dignidad. Por condición de menstruantes viven una discriminación directa que atenta contra la igualdad sustantiva de las mujeres.
Según datos oficiales el 50 por ciento de todas las mujeres, de más de 15 años, gasta 720 pesos mensuales en productos para su gestión menstrual, la mayoría pobres. El gasto en toallas sanitarias es equivalente al cinco por ciento del gasto de los hogares del sector más pobre del país.
Tras sustentar que la política tributaria no es neutral, proponen una iniciativa que reforma el artículo 2o.-a de la ley del impuesto al valor agregado en materia de productos de gestión menstrual, hoy del 16 por ciento. Se trata de sacar a las mexicanas de la pobreza menstrual. Pobres son cuatro de cada 10 mujeres en México lo que dificulta su acceso a una gestión menstrual digna. Las más pobres gastan dos y medio más veces más en productos de gestión menstrual que el 10 por ciento de las más ricas.
Las legisladoras sostienen que esta propuesta legislativa forma parte de una estrategia más amplia impulsada por el colectivo #MenstruaciónDignaMéxico y tiene el propósito de posicionar la gestión menstrual como un tema público que debe ser incorporado a las políticas públicas.
Buscan crear condiciones estructurales que permitan a todas las mujeres, adolescentes y niñas, así como otras personas menstruantes en México, vivirla con dignidad.
Además, no atender esta problemática aumenta las probabilidades de ausentismo y deserción escolar y laboral, infecciones y precarización económica, por lo que debe ser atendido desde la política pública. Esto afecta más a las mujeres más pobres.
Propone tres ejes de acción: 1) la gratuidad de los productos de gestión menstrual, 2) la eliminación del IVA a dichos productos, y 3) generar investigación y datos sobre la gestión menstrual en México.
La vigencia del IVA a productos de gestión menstrual transgrede los derechos humanos de las mujeres a la no discriminación, el mínimo vital, la salud, trabajo, educación, vida digna e igualdad y, por lo tanto, su tratamiento fiscal debería equipararse a bienes que son reconocidos como productos de primera necesidad.
Menstruación asunto público
La menstruación es un proceso fisiológico que viven mujeres, adolescentes y niñas por cerca de 40 años. Es decir, más del 50 por ciento de la población de nuestro país requiere productos para gestionar la menstruación en un promedio de tres a cinco días cada mes.
La capacidad para acceder a productos para la gestión menstrual, se suma al acceso a servicios de agua potable y a espacios adecuados para gestionar la menstruación de una forma segura; se afecta la libertad para estudiar, trabajar y mantenerse saludable. Se requiere también del agua y saneamiento, atención médica especializada, combatir el estigma social alrededor de la menstruación, porque todo ello coloca a millones de mujeres en condición de pobreza menstrual (period poverty, en inglés).
Pobreza con rostro de mujer
En promedio, una mujer gasta 720 pesos al año en toallas sanitarias, el equivalente al cinco por ciento del gasto de los hogares del decil (1/10 de la muestra o población) más pobre del país.
La tasa de participación económica de los hombres es de 77 por ciento, mientras que entre las mujeres es de casi 45 por ciento, lo que corresponde a una brecha de 32 por ciento (INEGI, 2020).
Alrededor del 58 por ciento de las mujeres se emplea en el trabajo informal, en consecuencia, no cuenta con derechos laborales tales como contrato, licencias, jubilación, ni seguridad social, en comparación con el 55 por ciento de los hombres (STPS, 2020).
Las mujeres independientemente de mismo nivel de escolaridad reciben un salario menor que los hombres y menos beneficios por el mismo trabajo. Según INEGI, sobre datos de la población ocupada de las mujeres reciben cuatro mil 82 pesos y los hombres cinco mil 191. Esto quiere decir que las mujeres ganan 79 centavos de cada peso que ganan los hombres.
Uno de los principales determinantes de la situación de pobreza de las mujeres es la división sexual del trabajo. El promedio de horas que dedican las mujeres de 15 y más años en actividades remuneradas y no remuneradas (trabajo del hogar y de cuidados) es de 63.35, mientras que para los hombres es de 52.94. Las mujeres trabajan 10 horas más a la semana que los hombres (INEGI, 2020).
En el gasto de consumo, la información de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2018, señala que el gasto monetario total por persona en hogares encabezados por una mujer es siete por ciento mayor que en aquellos con hombres como jefes del hogar, por ejemplo.
Política tributaria sexista y discriminatoria en productos insustituibles
La política tributaria no es neutral al género, mientras que hombres y mujeres enfrenten realidades socioeconómicas diferentes, los sistemas tributarios afectarán a estas últimas de manera diferenciada.
Aunque técnicamente las mujeres que consumen un bien o servicio (las denominadas consumidoras finales) no son contribuyentes directas del impuesto al valor agregado, ello no significa que no se vean afectadas por este impuesto. Ya que el IVA suele considerarse como un impuesto indirecto porque en su recaudación interviene un intermediario, es decir, la persona física o empresa que vende o importa algún bien o servicio a una consumidora final.
Explican que a diferencia de otros productos cuyo uso es exclusivo de las mujeres, las toallas, pantiprotectores, tollas de tela, tampones y copas menstruales son bienes insustituibles de primera necesidad y cuyo uso es indispensable para el ejercicio de otros derechos fundamentales. Así, a diferencia de otros productos, su uso no es opcional y la falta de políticas sociales que proporcionen su acceso libre y gratuito, demuestran que esta carga impositiva representa una discriminación directa y atenta contra la igualdad sustantiva de las mujeres.
En atención al principio de igualdad y no discriminación, el Estado mexicano está obligado a eliminar cualquier tratamiento fiscal que discrimine directamente a las mujeres. Por ello, argumentan, en atención a las facultades legislativas en materia de política tributaria, el Congreso de la Unión está obligado a sustituir la tasa del 16 por ciento vigente a productos de gestión menstrual por una tasa del cero por ciento.
Como ya lo han hecho diversos países y ciudades que han eliminado o implementado reducciones de tasas a los productos de gestión menstrual. Al menos 21 países han reconocido el impacto negativo de gravar los productos de gestión menstrual, mientras que en Argentina, España y Suiza existen diversas iniciativas que han planteado eliminar o reducir el IVA a este tipo de productos. 21 países ya aprobaron tasa cero del IVA.
Ningún lujo
Menstruar no es un lujo. El IVA a los productos de gestión menstrual afecta a quienes menos tienen. Dado que estos productos son de uso exclusivo de las mujeres, adolescentes, niñas y otras personas menstruantes, resulta evidente que el IVA a productos de gestión menstrual constituye un impuesto aplicado a un grupo de contribuyentes con motivo de su condición biológica.
Las organizaciones que integran #MenstruaciónDignaMéxico son: Colectiva Esmeralda, Colectiva MAPAS, Colectivo Akelarre, Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (COPRED), Elefante Rosa, El Caracol, Fundación Friedrich-Ebert México, Fundación Femmex, Fundar, Gatitos contra la Desigualdad (Instituto de Estudios sobre Desigualdad), Grupo de Información en Reproducción Elegida (GIRE), Guía de la diosa, Intersecta, Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, Matriarca, Mujer Pachulí, Mujeres Unidas por la Libertad, Oxfam México, Romper la regla, Red Azaleas, Vulva Sapiens, Aranxa Sánchez, Ekatherina Sicardo Reyes, Melisa Guerra, Pamela Ballesteros, Sofía Sánchez.
La iniciativa de Martha Tagle Martínez está firmada por las diputadas Laura Rojas Hernández, Verónica Sobrado Rodríguez, del Grupo Parlamentario del Partido Acción Nacional PAN; Verónica Juárez Piña, María Guadalupe Almaguer Pardo, del Grupo Parlamentario del Partido de la Revolución Democrática PRD; Olga Patricia Sosa Ruiz, del Grupo Parlamentario del Partido Encuentro Social PES; Nayeli Fernández Cruz, Lorena Villavicencio Ayala, Wendy Briceño Zuluaga, del Grupo Parlamentario de MORENA; Ana Karina Rojo Pimentel, del Grupo Parlamentario del Partido del Trabajo PT, y la Erika Sánchez Martínez del Grupo Parlamentario del PRI.
Fuente: SEMMEXICO