* El doctor Ruy López Ridaura, Director del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE), reveló que las muertes por Covid-19 rebasan las 90 mil y llegan a 139 mil.
* Las autoridades sanitarias deben comparar con actas de defunción la tasa de mortalidad nacional y el excedente este año de 193 mil muertes de las cuales el 72%, 139 mil, están asociadas al Covid-19.
La Biblia afirma en sus capítulos finales que al final de los tiempos los Cuatro Jinetes del Apocalipsis llegarán para destruir amplias franjas del planeta exterminado a cientos de millones de personas.
La imagen bíblica del Apocalipsis: la Guerra, el Hambre, la Peste y la Muerte tienen nuevo rostro. La pandemia del COVID-19 puede marcar el principio del fin de la vida tal y como la conocemos hoy.
Los casos globales de COVID-19 superaron los 44 millones tras una jornada en la que se notificaron 404 mil nuevos contagios en el planeta, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El número de muertos por los contagios de la pandemia global se mantienen en 1.1 millones, y en la última jornada se informó que se sumaron cinco mil 700 nuevos decesos en el mundo.
El número de decesos por COVID-19 en México es de 90 mil 309, según los datos de la Secretaría de Salud federal. Dicha cifra lo convierte, oficialmente, en la tercera causa de muerte en el país.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) revela que en 2019 las primeras causas de muerte fueron las enfermedades del corazón con 156 mil 41; y la diabetes mellitus con 104 mil 354.
Sin embargo, el doctor Ruy López Ridaura, Director del Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE), reveló que las muertes por Covid-19 rebasan las 90 mil.
Las autoridades sanitarias deben comparar con actas de defunción la tasa de mortalidad nacional y el excedente este año de 193 mil muertes de las cuales el 72%, 139 mil, están asociadas al Covid-19.
En Oaxaca al corte del 28 de octubre los Servicios de Salud de Oaxaca (SSO) tenían confirmadas 20 mil 875 personas que concentran el 45.9% de los pacientes positivos con edad de 25 a los 44 años.
Se tenía un global de mil 628 decesos a los que en las últimas 24 horas se agregaron 155 pacientes en 44 municipios, se reportaron nueve defunciones más a causa de la enfermedad respiratoria.
Del total de positivos, 16 mil 821 pacientes han cursado los síntomas en aislamiento domiciliario y cuatro mil 054 han requerido hospitalización. Nueve mil 667 son mujeres y 11 mil 208 hombres.
La Jurisdicción Sanitaria de Valles Centrales persiste como la zona más afectada con 13 mil 918 acumulados, seguido por el Istmo con 2, 067, Tuxtepec 1,822, Mixteca 1,480, Costa 1044, y Sierra 544.
Del personal del sector salud positivo, 1,198 son de enfermería, 907 médicos y 905 trabajadores de otras áreas. La red hospitalaria está al 31.6% de ocupación, 37.7% son camas de observación y 21.6% con ventilador.
Los científicos buscan desentrañar si el COVID-19 se trata de un simple virus o un síntoma de algo mucho más profundo, evidencia de un mundo cada vez más hiperconectado y por ende más frágil y volátil.
Una investigación de la Universidad de Singapur, señala los nuevos cuatro jinetes apocalípticos: Superpoblación, Globalización, Hiperconectividad y la Concentración de las cadenas de suministros.
La pandemia es solo uno de los muchos desencadenantes posibles en la suma de estas cuatro condiciones sistémicas amplias, pero fácilmente identificables, patológicamente interconectadas.
La probabilidad de catástrofe sin precedentes deriva que “la pandemia del COVID-19 ha expuesto patologías críticas que acechan en el sistema global de comercio, gobernanza y salud pública”.
Hoy por hoy nos preocupa mundialmente, sobre todo, el Jinete de la Peste que nos ha llegado en forma del nuevo coronavirus SARS-CoV2-CODIV-19. No importa finalmente si es natural o creado.
Es una alarma global de gran magnitud que nos afecta a todos y tiene efectos importantes sobre nuestra sociedad. Pero, irónica y paradójicamente, no pone en peligro real a la especie humana.
Si el virus se detiene con una inmunidad del 60% y produce una mortalidad del 2%, sobre todo, de adultos mayores, produciría millones de muertes globales, pero la especie humana no peligraría.
Este argumento ha sido reiteradamente utilizado, principalmente desde los sectores sociales que apoyan y promueven la libre empresa para no detener en nada la economía de mercado.
El jinete del hambre no está del todo controlado y podría llegar de forma masiva tras una gran catástrofe como alguna de las que tenemos noticia por grandes erupciones volcánicas.
La guerra es una preocupación siempre latente entre las potencias del mundo global. Han pasado 80 años desde el fin de la segunda guerra mundial y ahora hay esencialmente conflictos locales.
Se estima que a la fecha hay más de 1.4000 armas nucleares en el mundo, el 90% de las cuales en manos de los Estados Unidos y Rusia, pero también de otros países que en conflictos regionales.
Ciertamente, esta es una amenaza real para la especie humana. Su uso masivo podría crear un entorno radiactivo en el que la vida de los humanos podría quedar severamente afectada.
Aunque el número de bombas activas ha disminuido las pruebas de bombas nucleares hechas en la atmósfera en los años 50 y 60 han dejado restos en sedimentos en los cinco continentes.
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