La pandemia del covid-19 brinda un nuevo significado a la vida y hoy la población vuelve a darse cuenta que la peor de las tragedias es morir estando vivos, ante lo cual es fundamental que la población disfrute cada momento, explicó la especialista en psicología, Guadalupe Chávez Ortiz, directora del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Iberoamericana Puebla.
En las fiestas dedicadas a los muertos, se recuerdan a los seres queridos; sin embargo, este 2020 es diferente por el aumento de muertos ante la pandemia y mucha gente murió sola y los familiares no pudieron despedirse. A veces, pensamos que la peor de las tragedias de la vida es la muerte; sin embargo, en realidad, lo más fuerte es morir cuando se está vivo, explicó Chávez Ortiz, quien resaltó la importancia de que la población disfrute cada instante.
“La frase completa dice: la peor de las tragedias no es la muerte, sino lo que dejamos morir mientras estamos vivos. Yo creo que la tragedia más fuerte de la vida es cuando decidimos ya no entregarnos a la vida y disfrutarla. La muerte es un proceso de la vida. Cuando vivimos la vida de una manera viva se disfruta más, que vivir la vida como si fuéramos muertos. Mucha gente, desafortunadamente opta por eso”, destacó.
Afrontar la muerte y vivir la vida es una invitación en el Día de Muertos de este 2020, año que está enmarcado por una pandemia que está dejando diferentes consecuencias en las personas, manifestó Chávez Ortiz en entrevista para MILENIO Puebla.
“El Día de los Muertos es diferente porque en la zona metropolitana de Puebla permanecen cerrados los panteones y en las casas, las ofrendas serán diferentes y no se podrán compartir entre los integrantes de las familias. En muchas partes del estado se acostumbra que se coloca el altar más grande para quien murió en el mismo año porque sabemos que la gente cercana nos acompañará en la celebración, pero en este 2020 no será posible”.
Ante las medidas sanitarias que solicitan evitar las concentraciones de personas para romper la cadena de contagios de covid-19, la investigadora destacó que el panorama actual permite encontrar nuevos significados.
“Es una oportunidad que tenemos los mexicanos de encontrar y darle un nuevo significado. Tal vez, no se pongan altares grandes, pero sí colocar unos para la familia más cercana. Las personas que perdieron a algún ser querido por covid-9, tienen la oportunidad de recordarlo, de platicar de la persona, de compartir el pan en nombre de la persona”.
El significado de la muerte sin comunidad es doloroso para la cultura mexicana y toda la población está invitada a que el proceso doloroso se viva en privado, pero acompañados por la familia, añadió la especialista en psicología.
“Es fundamental que no dejemos de recordar a nuestros seres queridos, aunque no podamos visitarlos en los panteones, aunque no podamos colocar una ofrenda tradicional. Pensemos en la muerte no porque lo deseemos o lo vayamos a hacer”.
Oportunidad para nuevas ofrendas
La imposibilidad de visitar las tumbas de los seres queridos y las dificultades para que las familias se reúnan con motivo del Día de los Muertos abren una oportunidad de colocar un nuevo tipo de ofrendas, explicó Guadalupe Chávez Ortiz, directora del Departamento de Ciencias de la Salud de la Universidad Iberoamericana Puebla
“Tal vez, la ofrenda sea más pequeña, más austera. Cuando se hacen los altares, es para compartir en comunidad; sin embargo, este momento nos invita a compartirlo con la familia más cercana. Esto da la posibilidad de hacer un rito más personalizarlo, de preguntar a los integrantes: ¿De qué te acuerdas de él? ¿Qué queremos recordar? Le podemos escribir una carta, le podemos cantar. Se abre la posibilidad de un ejercicio más íntimo. La fiesta que la vivimos tendrá que esperar, ojalá solo sea un año. Podemos hacer una ofrenda pequeña, podemos hacer cánticos, podemos hacer un collage de fotografías de nuestro difunto, es decir, cosas diferentes”, apuntó.
Las ofrendas que se coloquen no solo pueden ser de alimentos, también de otros elementos como fotografías, collages o de artículos que se relacionan con los seres queridos que se adelantaron y hasta digitales.
“Habrá gente que ese día se permita llorarles a los difuntos. Es importante hacer contacto con nuestras emociones, con nuestros difuntos”, apuntó.
Enojo está presente entre la población
Guadalupe Chávez Ortiz resaltó que, ante la pandemia del covid-19 y las muertes que se están registrando, existe un sentimiento de enojo entre la población.
Resaltó la importancia de que las personas no se queden con el enojo por lo sucedido o porque no se pueda acudir a los panteones; ante lo cual, es necesario mantener sentimiento de compartir con los demás.
“La gente está enojada, la gente quiere ir al panteón por este acto público de poner las flores en la tumba. Es un acto simbólico, es un símbolo que nos permite recordar. Hoy podemos tener otros símbolos porque no hay posibilidad de brincarnos la barda para entrar al panteón. Como mexicanos siempre hemos sido creativos y ahora estamos ante una prueba para recordar a nuestros seres queridos”, destacó.
Realizar algún rito, acudir a algún templo, alguna celebración en la casa o acción para recordar a los seres queridos, son alternativas para enfrentar el enojo que tienen las personas ante las muertes que se registraron este año y ante los sentimientos que están generando los problemas a partir del covid-19.
Guadalupe Chávez Ortiz, especialista en psicología clínica y psicoterapia, resaltó que, ante el enojo, escribir una carta, es clave para enfrentar el entorno en el que puede dominar el enojo o la frustración ante la pérdida de los seres queridos o la imposibilidad de ir a visitarlos a los panteones.
“Escribir una carta ayuda mucho en el proceso personal. Con una carta, se hace un ejercicio racional, pero, también, un ejercicio irracional. Cuando uno pone el altar, uno recuerda a la persona, al hermano, al padre, a la madre, a los abuelos. Estas cosas ayudan mucho a nivel colectivo y a nivel personal, escribir una carta implica tocar sentimientos ¿Qué le diría si estuviera conmigo? La carta permitirá que se pueda colocar en al altar de muertos, no es necesario que alguien más la lea porque es personal. Algunas personas querrán leerla”, apuntó.
Flor de cempasúchil, clave en las ofrendas
La flor de cempasúchil es fundamental en la fiesta del Día de Muertos y en las ofrendas que se coloquen para recordar a los seres queridos que se adelantaron en el camino, explicó el historiador Eduardo Merlo Juárez, asesor cultural de la Upaep.
“Hemos encontrado ofrendas a los muertos desde 3 mil años antes de Cristo. Se les ponían adornos, copas, eso quiere decir, que la población pensaba en que los muertos necesitaban esos elementos. La ofrenda es una comida especial que hacemos para los muertos”.
Para el arqueólogo, en estos tiempos que están enmarcados por la pandemia del covid-19, es importante que las familias coloquen ofrendas sin importar el tamaño, las cuales, deben contener la flor de Cempasúchil que simboliza el Día de Muertos en México.
“Aunque no se puedan visitar los panteones, es fundamental seguir promoviendo la tradición de la ofrenda cacera. Es dolorosa que se interrumpan las tradiciones, no tanto en la ciudad, como en los pueblos indígenas”, comentó.
En el mundo prehispánico, se tenía la gran fiesta de los muertos, con dos épocas en las que se recordaba a los difuntos; “la pequeña fiesta de los muertos” y “la gran fiesta de los muertos”, en ambos casos, por las cosechas.
Explicó que en medio de la pandemia del covid-19, los difuntos siguen siendo los invitados de honor, y es momento de recordar a los antepasados porque de ellos venimos, de ellos descendemos y ese es el origen de las fiestas de muertos.
“No se podrán hacer las danzas alrededor de las fiestas de muertos. La danza de zancudos o los famosos tecuanes que son de la época de muertos. Las danzas tradicionales que se les baila a los difuntos, no se podrán hacer. Habrá dolor porque no se les podrán recibir como estamos acostumbrados, pero es importante colocar ofrendas caseras”, explicó.
La ofrenda es una comida especial que se hace para los muertos, muy adornada, y es una tradición que ha sobrevivido a través de los años y tiene un gran impacto a nivel internacional; y continuará pese a la pandemia.
“Es un gran banquete que está acompañado de diferentes elementos que se ofrecen a los difuntos. Cuántas veces viene el muertito a comerse lo que no se pudo comer en vida, porque no tenía los recursos, porque no se le ocurrió, pero después de muerto, disfruta de estos manjares que incluye también las bebidas”, expresó.
Por último, Merlo Juárez destacó que el Día de Muertos es el resultado de una mezcla de culturas que a través del tiempo han tenido esa capacidad de adaptación, de sumar y de seguir vigente en México y el mundo; tradición que se fortalece en medio de adversidades y de dificultades como las que genera el covid-19.
Fuente: Milenio