Mientras Joe Biden y los demócratas parecían más confiados en que prevalecerán en el recuento de votos en cuatro estados que faltaban por anunciar resultados, el presidente Donald Trump se negaba a aceptar la derrota, lo que llevó a varias figuras republicanas a condenar su estrategia.
Biden y los demócratas confiaban en que los recuentos en Arizona, Georgia, Nevada y especialmente Pensilvania, terminarían en las próximas horas y preservarían al menos mínimas ventajas.
Separar votos
En ese sentido el juez Samuel Alito, de la Suprema Corte de Justicia, ordenó a Pensilvania separar los votos llegados después del 3 de noviembre, un asunto solicitado por la campaña Trump, aunque permitió que siguiera el conteo.
Trump y su campaña anunciaron que buscarán recuentos en estados donde los resultados han sido muy apretados. En varios casos alegaron irregularidades.
DAN VISTO BUENO. Una misión de la OEA dijo que no ha observado irregularidades graves. Foto: Especial
En ese sentido, hay una convicción entre los republicanos de que la situación es más que inusual y que los líderes del partido deberían intervenir ante Trump para darle consejo y evitar una mayor división del país.
Molestan acusaciones
“El discurso del Presidente anoche (jueves) me molestó mucho porque hizo acusaciones muy, muy serias sin ninguna evidencia que las sustente”, dijo el senador republicano de Pensilvania, Pat Toomey. “No tengo conocimiento de ningún fraude importante”.
En Twitter, el congresista de Texas Will Hurd denunció una táctica “peligrosa y equivocada” y pidió que se contaran todas las boletas.
“Dejen de difundir desinformación sin sustento… Esto se está volviendo una locura”, tuiteó su colega Adam Kinzinger, crítico habitual de Trump.
“Contar cada voto es el corazón de la democracia. Ese proceso suele ser largo y, para los que se postulan, frustrante”, dijo Mitt Romney en una declaración igualmente desaprobadora.
Hacerlo público
“Los republicanos no tienen que hacer todo esto públicamente, pero sí tienen que hacerlo, para hacerle saber que no queremos pasar los próximos cuatro años con Donald Trump como una especie de líder petulante o como un Presidente en la sombra”, dijo David Gergen, analista político que fue consejero de los presidentes Richard Nixon, Gerald Ford, Ronald Reagan y Bill Clinton.
Por su parte, los aliados más cercanos del Presidente, encabezados por su hijo Donald Jr., se quejaron de la falta de empeño de los republicanos en defender públicamente a Trump y fortalecer sus posiciones, pero una mayoría de los legisladores recién electos o reelectos han optado por no intervenir.
Biden, mientras tanto, parecía cercano a ganar por diferencias muy pequeñas en Arizona, Nevada, Georgia y Pensilvania.
Un anunciado discurso de Biden para dirigirse a la nación no se concretó. Hubiera sido su primer discurso como Presidente electo y señal clara de triunfo.
Alcanzar y rebasar
Biden estaba cerca de los 270 votos electorales (253 según algunas cuentas, 264 según otras) necesarios para ganar la Presidencia, tras alcanzar y rebasar los acumulados de Trump.
La victoria en Pensilvania no sólo daría a Biden los 20 votos necesarios para rebasar el mínimo legal, sino negaría a Trump la posibilidad aritmética de lograrlo.
El estado de Georgia, con 16 votos, anunció que haría un recuento de votos, ante la pequeña diferencia de menos de .01 por ciento del total.
Fuente: Heraldo de México