* La paridad de género en las gubernaturas abre grandes posibilidades político-electorales a las mujeres oaxaqueñas, especialmente a la senadora Susana Harp y a la esposa del Gobernador Alejandro Murat, Ivette Morán de Murat.
* La coyuntura por la paridad de género en las 15 gubernaturas obligará a dejar fuera de la candidatura al senador Salomón Jara e, irónica y contradictoriamente, fortalece la irrupción en el escenario local de Luis Antonio Ramírez Pineda.
Sin duda, en política no hay nada escrito. A nadie se puede dar por muerto. En la democracia tampoco se gana o se pierde para siempre. Así lo confirman los últimos sucesos en América.
En medio de la devastación provocada por la crisis humanitaria planetaria por la pandemia global del COVID-19 son días de feliz realización para las mujeres en México y la Unión Americana.
En un hecho inédito, sin precedente en la larga historia democrática de Estados Unidos, por primera vez, una mujer, Kamala Harris, será vicepresidenta en la primera potencia mundial.
No es nada casual y sí causal, porque Kamala llega a vicepresidenta tras ser la primera mujer negra electa fiscal general en California y la primera mujer en el Senado de ascendencia del sur de Asia.
Y en México, nuestras divinas mujeres ganan una batalla más contra la cultura patriarcal del machismo y la misoginia de las mafias familiares en las cúpulas de la partidocracia gobernante.
Jamás perdamos el optimismo, la capacidad de asombro ni el sentido del humor, ni mucho menos la fe y la esperanza en un mundo, un México y Oaxaca mejor. No hay mal que por bien no venga.
De forma gratamente sorpresiva, el Consejo General del INE aprobó los lineamientos sobre paridad de género en las 15 gubernaturas del actual proceso y la jornada electoral 2021.
No puede ni debe ser de otra manera, porque es innegable que existe una permanente deuda histórica para garantizar la participación de las mujeres en los espacios políticos y de gobierno.
Analizando estos acontecimientos podemos concluir que el éxito en la paridad electoral de nuestras mujeres es doblemente trascendente en el caso de México y, sobre todo, de Oaxaca.
Esta coyuntura política abre grandes posibilidades electorales a las mujeres oaxaqueñas, especialmente a la senadora Susana Harp y a la esposa de Alejandro Murat, Ivette Morán.
Es innegable, por estar a la vista de todos, el intenso y permanente trabajo de la Presidenta Honoraria del DIF en todas las regiones del estado, como resultado de su consumado activismo.
Al igual que Alejandro Murat Hinojosa, su esposo, Ivette Morán de Murat no tiene ningún impedimento legal para aspirar a la gubernatura de Oaxaca, dados sus antecedentes ixtepecanos.
A riesgo de incomodar a las hipócritas buenas conciencias y a los políticamente correctos, sin exagerar, por sus consecuencias, esos hechos provocarán una especie de revolución de terciopelo.
Y ocurrirá así porque, a querer o no, guste o no, el triunfo de Joe Biden y el arribo de la primera mujer a la vicepresidencia de los Estados Unidos apoyará y empujará la paridad en México.
De entrada, en el caso de Oaxaca la aprobación de los lineamientos sobre paridad de género en las 15 gubernaturas obligará a dejar fuera de la candidatura a la gubernatura al senador Salomón Jara.
Esta hipótesis coyuntural se fortalece con la intempestiva irrupción en el escenario local de Luis Antonio Ramírez, hijo del ex-gobernador echeverrista Heladio Ramírez, de infausta memoria.
En breve, el ex diputado local en la LXIII Legislatura renunciara a la dirección general del ISSSTE para amarrar una diputación federal con Morena y, luego cerrar con la candidatura a gobernador.
La posible imposición de Luis Antonio Ramírez como candidato de Morena a gobernador va más allá de las grandes complicidades de Salomón Jara Cruz con Andrés Manuel López Obrador.
Con todo y que no es asunto menor, que el ex titular de la SEDAFPA en el gobierno de Gabino Cué presuntamente financió la campaña de AMLO con parte de los 1200 millones robados al campo.
No obstante ese compromiso, el junior echeverrista Luis Antonio Ramírez tiene a su amplio favor que al Presidente Andrés Manuel López Obrador le traiciona el afecto por sus amigos-amigos.
Y López Obrador jamás olvida que, cuando llegó derrotado de Tabasco a la Ciudad de México, quienes le apoyaron incondicionalmente fueron, Pepe Murat, Heladio Ramírez y Nacho Ovalle.
Tras de un meteórico crecimiento a la sombra del ínclito poeta tabasqueño Carlos Pellicer y de su mecenas Enrique González Pedrero, uno de los ideólogos del PRI, rompió relaciones con ellos.
Ello explica con claridad la estrecha amistad, cercanía y confianza de Pepe Murat, Heladio Ramírez y Nacho Ovalle, y por qué Alejandro Murat es el Gobernador consentido del Presidente AMLO.
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