El laboratorio estadounidense Moderna ha confirmado una alta eficacia -de casi el 95%- en su vacuna contra la Covid-19, una de las que más avanzada está en la carrera de candidatas para combatir la pandemia de coronavirus.
Según el cálculo del laboratorio farmacéutico, la vacuna ha presentado una efectividad del 94,5%, tras haber realizado un estudio con un total de 30.000 participantes, durante el primer análisis del ensayo en fase 3.
El anuncio llega tan solo una semana después de que la farmacéutica Pfizer anunciara que su vacuna tenía un 90% de eficacia y prometía poder distribuirla a principios de 2021. De esta forma, su candidata a vacuna, ARNm-127, pasa a convertirse en la que mayor efectividad ha presentado hasta el momento.
El estudio de la biotecnológica se está llevando a cabo en colaboración con los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos, ha señalado en un comunicado que el próximo paso será solicitar una autorización de uso de emergencia a la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) de EE UU “en las próximas semanas”, a la espera de poder presentar un análisis final de 151 casos “y un seguimiento medio de más de 2 meses”.
Entre las principales características de su vacuna, destacan que su temperatura de conservación es de 20ºC bajo cero, y que puede conservarse hasta 30 días en un refrigerador.
Casi el 95% de efectividad en fase 3
Según explica la farmacéutica, los resultados se han obtenido dos semanas después de haber administrado a la mitad de los voluntarios una segunda dosis de la vacuna, y a la otra mitad una inyección de agua con sales como placebo.
El estudio, que ha recibido el nombre de COVE, “se basó en 95 casos, de los cuales se observaron 90 casos de COVID-19 en el grupo de personas a las que se administró un placebo, frente a cinco casos observados en el grupo que recibió la vacuna”, informa el comunicado.
Ese grupo de voluntarios estaba conformado por 15 adultos mayores de 65 años y 20 participantes “pertenecientes a diversas comunidades”, informa Moderna, añadiendo que contaron con la colaboración de “12 hispanos o latinos, 4 negros o afroamericanos, 3 asiático-americanos y 1 multirracial”; lo que supone incluir a “comunidades que históricamente han estado poco representadas en la investigación clínica”.
“Este es un momento crucial en el desarrollo de nuestra candidata a la vacuna COVID-19. Desde principios de enero, hemos perseguido este virus con la intención de proteger a todas las personas que podamos. Todo el tiempo hemos sabido que cada día importa. Este análisis provisional positivo de nuestro estudio de fase 3 nos ha dado la primera validación clínica de que nuestra vacuna puede prevenir la enfermedad COVID-19, incluyendo enfermedades graves”, ha declarado el DireCtor Ejecutivo de Moderna, Stéphane Bancel.
El objetivo, apuntan, es tener aproximadamente 20 millones de dosis de la vacuna “listas para ser enviadas a EE UU” a finales de año. En cuanto a la distribución al resto del mundo, la compañía prevé que podrá fabricar entre 500 y 1.000 millones de dosis en 2021 para poder distribuir a todos los países.
Distribución simple y flexible
“Creemos que nuestras inversiones en tecnología de entrega de ARNm y desarrollo de procesos de fabricación nos permitirán almacenar y enviar nuestra vacuna candidata Covid-19 en temperaturas que se encuentran comúnmente en congeladores y refrigeradores farmacéuticos fácilmente disponibles”, ha asegurado Juan Andrés, Director de Operaciones Técnicas y Calidad en Moderna.
Y es que la vacuna “se mantiene estable” entre los 2ºC y los 8ºC, durante 30 días; lo que equivale a la temperatura de un “refrigerador doméstico”. Pero, si se mantiene a bajas temperaturas, de aproximadamente unos -20ºC, puede llegar a conservarse durante seis meses. En temperatura ambiente, no obstante, solo podría mantenerse un máximo de 12 horas. Esto, por lo tanto, “permitiría una distribución más simple y una mayor flexibilidad para facilitar la vacunación a mayor escala”, según destaca Andrés.
Efectos secundarios
Hasta ahora, los efectos secundarios de la vacunación han sido en su mayoría de “gravedad leve o moderada”, ha asegurado Moderna, que señala que, “en general, la vacuna fue bien tolerada”.
Entre los más graves (un 2% del total) de los pacientes que recibieron la primera dosis, un 2,7% aseguró sufrir dolor en el lugar de la inyección. Tras la segunda dosis, algunos pacientes alegaron padecer fatiga (9,7%), mialgia (8,9%), artralgia (5,2%), cefalea (4,5%), dolor (4,1%) y enrojecimiento en el lugar de la inyección (2,0%); aunque “estos efectos adversos fueron generalmente de corta duración”, señala Moderna.
Más información: 20 minutos