Los hortelanos se han quedado resguardados en sus hogares. El esplendor y el orgullo que representan la Noche de Rábanos, son recuerdos para miles de oaxaqueños quienes sufren hoy, los embates de la Covid-19, en sus tradiciones y cultura.
Desde 1857 y de manera ininterrumpida, esta celebración se realiza cada 23 de diciembre en el centro de la ciudad. En ese lugar los artesanos del tubérculo exhiben sus mejores piezas al igual que los de la flor inmortal.
Días antes de esta exposición, que atrae a miles de turistas, los hortelanos cultivan los rábanos en el vivero estatal para después poder moldearlos y crear figuras de diversos tipos.
Del mismo modo los artesanos moldean la flor inmortal para exponerlos desde fiestas representativas, mujeres y hombres, danzantes, lugares representativos de la ciudad entre otros.
Sin embargo y derivado de la pandemia de la Covid-19 esta así como otras actividades fueron suspendidas para evitar la propagación del virus.