* El caso más escandaloso de criminal irresponsabilidad es el del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, “efebo” terrible y vocero de salud del gobierno de la 4T.
* Gobiernos de países democráticos que se respetan a sí mismos y respetan el Estado de Derecho en el mundo han pedido la renuncia de altos funcionarios por viajar durante el confinamiento por la pandemia.
El optimismo y la esperanza en un mejor año nuevo 2021 se opacan, empañas y palidecen ante el sombrío panorama por la apocalíptica pandemia global, que nuevamente paraliza al mundo.
Si alarmismo amarillista ni menos tremendismo espectacular, basta leer los encabezados de las noticias internacionales para confirmar que la terca realidad finalmente termina por imponerse.
El gobierno del Reino Unido declara nuevo confinamiento nacional ante repunte de casos de coronavirus. Japón “contempla” decretar el estado de urgencia para la región del gran Tokio.
Cataluña decreta confinamiento municipal de 10 días. En Los Ángeles piden no trasladar a hospitales a pacientes por COVID-19 con pocas posibilidades de sobrevivir. ¡Imagínese! ¡Terrible!
Casi tres millones de contagiados por el nuevo coronavirus, sin atención en hospitales públicos por pandemia en México. Somos el país con mayor mortalidad señala la Universidad John Hopkins.
En México, la evidente irresponsabilidad gubernamental es el disparador del millón y medio de contagiados y 150 mil muertos, cifra que se estima extraoficialmente, es tres veces mayor.
El caso más escandaloso de criminal irresponsabilidad es el del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, “efebo” terrible y vocero de salud del gobierno de la 4T.
El funcionario consentido del presidente Andrés Manuel López Obrador hace “circo, maroma y teatro” para justificar su no menos grave irresponsabilidad en el uso vacilante del cubrebocas.
Uno y otro pasan por alto que criminal irresponsabilidad en el manejo de la pandemia de la COVID-19 puede fundamentarse y motivarse como delitos de lesa humanidad, que no prescriben.
Concluido el gobierno sexenal del presidente Andrés Manuel López Obrador éste junto con el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, podrían ser acusados en tribunales internacionales.
Si desde la declaración de la pandemia hace diez meses López-Gatell es considerado Ángel Exterminador de los mexicanos su viaje a Zipolite, sin cubrebocas, abrió las puertas del infierno.
El cinismo mayúsculo del subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud no es nuevo. Fue cesado por el gobierno de Calderón, por su irresponsabilidad en la pandemia de la influenza H1N1.
Hasta el Papa Francisco condenó a quienes se han ido de vacaciones sin respetar las medidas impuestas por los gobierno durante la pandemia de COVID-19; pues sólo piensan en divertirse.
“No pensaban en los que se quedaban en casa, en los problemas económicos de muchas personas que han sido duramente golpeadas por el encierro, en los enfermos”, dijo el domingo el Papa.
El destacado columnista Salvador García Soto difundió en su cuenta de Twitter la imagen de López-Gatell captada en el interior de un avión hablando por teléfono y sin usar cubrebocas.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, fue fotografiado mientras viajaba la mañana del jueves 31 de diciembre en el vuelo 392 de Aeroméxico, de la CDMX a Huatulco.
En las conferencias vespertinas, Hugo López-Gatell, “efebo” terrible y vocero de salud ha insistido en el uso del cubrebocas en lugares donde no es posible el apropiado distanciamiento físico.
Los protocolos sanitarios imponen el uso apropiado del cubrebocas en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. La propia Secretaría de Salud promueve su uso en medios de transporte.
Gobiernos de países democráticos que se respetan y respetan el Estado de Derecho en el mundo han pedido la renuncia de altos funcionarios por viajar durante el confinamiento por la pandemia.
David Clark, Ministro de Salud de Nueva Zelanda, se vio obligado a renunciar por “idiota” ante la Primera Ministra del país, Jacinda Ardern, tras violar el confinamiento y viajar a la playa, en julio de 2020.
El Primer Ministro de Alberta, Canadá, Jason Kenney pidió la renuncia a su jefe de despacho y aceptó la renuncia de su Ministro de Asuntos Municipales por viajar durante la pandemia.
Varios miembros más del Partido Conservador, al que pertenece Kenney, han sido destituidos por viajar al extranjero, a pesar de las directrices del Gobierno de evitar los viajes no esenciales.
Obviamente, a López-Gatell, no se exige su renuncia ni este la presentó por dignidad republicana, pues es consentido del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien le defendió y justificó.
La condena en redes sociales es la única sanción del viaje de López-Gatell a Zipolite, en pleno pico de la pandemia y tras semanas que las autoridades instaron a la población a no viajar y quedarse en casa.
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