Son las víctimas colaterales de la pandemia. Las mujeres que han perdido a esposos, hermanos e hijos son las que más recienten las muertes en la pandemia, según estimaciones de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Este diario logró conversar con mujeres de la capital y el Estado de México quienes han recibido señalamientos en contra de ellas y su familia.
La situación ya hizo crisis y podría desencadenar en un problema de salud mental pública, según expertos y titulares de organismos defensores de derechos humanos.
Así sucedió con la familia Soto González, de la alcaldía Gustavo A. Madero, que perdió tanto al papá como al abuelo en diciembre pasado tras presentar un cuadro severo de pulmonía. Ambos fueron cremados y eran el sostén económico de su familia.
Ninguno de los dos contaba con prestaciones en sus trabajos, ya que se desempeñaban como freelance desde hace varios años, por lo que no contaron con seguros económicos.
Ante esta situación, Verónica Hernández relató a Publimetro que tuvo que doblar sus turnos en el supermercado para sostener a sus tres hijos y suegra, los cuales dependen completamente de ella.
Datos de la Secretaría de Salud federal confirman que miles de familias han perdido por Covid-19 a las personas que eran su sustento económico. Y es que el 42.42% de los fallecidos –hasta el 31 de diciembre de 2020– tenía entre 18 y 59 años, es decir, estaba en plena edad productiva.
Mientras que el 32.05% eran hombres y el 13.37% mujeres que, como padres, madres, hijos y hermanos, trabajaban y aportaban recursos a sus familias.
Otro caso similar es de la enfermera Iris López, adscrita al Hospital del ISSSTE en el municipio de Metepec, en el Estado de México. Ella perdió a su esposo en enero de este año, también médico.
La falta de liquidez financiera y de deudas la obligaron a regresar con su familia y poder costear sus gastos.
Acepta que la despedida de la personas que amaba fue traumática, así como el proceso que vivió días antes en el hospital donde su familiar estuvo internado por Covid-19.
“Sigo sin entender por qué la vida me arrebató lo que más quería. Me cambió la vida para siempre y ahora no sé qué haré”.
Mientras que Esperanza Gutierréz, del estado de Puebla, vivió una pesadilla. Primero para recuperar el cuerpo de su esposo y, posteriormente, enfrentar los pagos de los gastos funerarios y de la casa.
Detalla que se convirtió –de la noche a la mañana– en el pilar económico de cinco personas que habitan en la casa donde vive, tras la muerte de su ser querido al inicio de este 2021.
“La muerte de un compañero, independientemente de cuándo ocurra, puede dejar a muchas mujeres sin derecho a la herencia o a la propiedad. En tiempos de pandemia, las viudas suelen ver multiplicadas esas pérdidas, que van acompañadas de estigmatización y discriminación”, describió la ONU-México.
“Los niveles, sin precedentes, de aislamiento y penuria económica provocados por la crisis de Covid-19 pueden comprometer aún más la capacidad de las viudas para mantenerse a sí mismas y a sus familias, privándolas del contacto social en un momento de profundo dolor”
ONU México
“Nos discriminaron y violentaron cuando se enteraron de que mi esposo tenía Covid”
Beatriz Hernández. Habitante de la alcaldía Tlalpan
¿Cómo fue el contagio y fallecimiento de tu esposo por Covid-19?
— Mi esposo se aisló desde marzo, ya no salió. Y aún con todas las precauciones que tomamos, él se enfermó a mediados de mayo. Aunque estuvo en tratamiento, tuvo que ser hospitalizado. Ahí estuvo cinco días intubado y falleció.
A raíz de todo esto fuimos muy mal vistos en nuestra calle por la mayoría de las personas que conocemos, ya que en especial las personas de la tienda de nuestra calle se dedicaron a difundir lo que nos había pasado, y prácticamente nos ven como “apestados” porque aún sigue esta situación.
¿Cómo ha sido la convivencia con los vecinos?
— De hecho, cuando se enteraron que mi esposo y mi cuñada estaban enfermos, corrieron a mi hijo de la tienda cuando fue a comprar y mandaron a decir que no se nos ocurriera ir porque los íbamos a contagiar, y empezaron a decirle a la gente que no pasará por nuestra calle porque “todos estábamos contagiados”.
Ha sido muy difícil esta situación, ya que no estábamos preparados para esto. Gracias a Dios trabajo y en cuestión de economía estoy saliendo adelante, pero pues me hace falta mi esposo, y realmente enfrentarse a esta situación solos… ya que prácticamente él era el pilar de la familia.
¿Cómo has enfrentado los gastos?
— Mucha gente que conocemos fue la que nos apoyó moral y económicamente, que eran amistades de mi esposo y no son de la colonia; fueron muy solidarios con nosotros, y estamos muy agradecidos con ellos.
En lo que a mí respecta, pues voy saliendo poco a poco, ya que mi esposo era el que nos hacía fuertes a todos, él y yo nos apoyábamos mucho y ahora al verme sola es muy diferente, te soy sincera, no se lo deseo ni al peor enemigo.
Ojalá y hubiera más empatía entre los humanos y la gente realmente viera que esto es una realidad, ya que nosotros no pedimos estar en esta situación, nos tomó por sorpresa, y quieras o no, al momento no sabe uno cómo actuar.
70%
se desploma el poder adquisitivo de una familia cuando pierden a un ser querido en edad productiva, según el Inegi.
Fuente: Publimetro