La jornada nacional de Sana Distancia y la recomendación de evitar las reuniones y fiestas, por considerar que son focos de contagios del coronavirus, provocaron que el año pasado se cancelaran 30 por ciento de las bodas y 60 por ciento se reprogramaran, con lo que solo el 10 por ciento restante se celebró, aunque con menos invitados de los estimados originalmente.
En entrevista, María Ruvalcaba, directora de la plataforma de organización de estos eventos, Zankyou Weddings México, afirmó que el año pasado el 94 por ciento de las parejas aplazó su boda para el 2021 o hasta el 2022 y solo 6 por ciento canceló la celebración, “principalmente por la preocupación de la falta de asistencia de sus invitados”, afirmó.
Para los organizadores y salones de eventos las bodas representan el 90 y 40 por ciento de sus ingresos, respectivamente.
“Cada año se celebran en México cerca de 550 mil bodas en promedio, estimamos que el año pasado esta cifra se redujo cerca de 30 por ciento y que las celebraciones que sí se realizaron redujeron el número de invitados previsto”, apuntó Angel Llull, directivo de la plataforma que consolida información y proveedores para estos eventos, bodas.com.mx.
De los 6 mil salones integrantes de la Asociación Mexicana de Salones de Fiestas (Amexsaf), 500 ya cerraron y vendieron sus terrenos y solo en la Ciudad de México hay otros 38 que ya no aguantan más meses sin operar eventos.
“Del 80 por ciento que había reagendado un 50 por ciento ya canceló, las bodas son principalmente a inicios de año, para julio ya teníamos una pérdida de 12 mil millones de pesos”, alertó Rigoberto García, presidente de la Amexsaf.
El salón de fiestas, Mar Eventos registraba 40 celebraciones al año, de las cuales 30 eran bodas, sin embargo, el año pasado solo realizaron dos que se tuvieron que ajustar a la ‘nueva normalidad’.
“Hay bodas que ya se pospusieron tres veces, también para los novios es un problema, el 50 por ciento se canceló y el otro 50 se reprogramó, pero estos pequeños eventos que hicimos fueron con mucho cuidado de observar las normas de salubridad”, relató Marco Ibarra, director de operaciones de Mar Eventos.
Por su parte, el salón Ambrosía reveló que de las centenas de bodas que realizaba anualmente, el año pasado sólo realizó seis con un número reducido de invitados y con otra parte streaming.
“En el mediano plazo sí se va a quedar toda esta parte digital, tuvimos que innovar, montamos en las casas de los clientes y dimos paquetes de boda digital con conexión por Zoom o podían rentar un foro que nosotros habilitamos”, compartió Andrea Romero, gerente de comunicación de Ambrosía.
Angel Llull, directivo de bodas.com.mx. agregó que, si la situación mejora y la vacunación avanza según los planes, este año prevén que podrían celebrarse más bodas, por todas las que se cancelaron en 2020, por lo que bajo ese escenario esperarían un alza 120 por ciento, aunque acotó que ese escenario es sólo si los organizadores logran sobrevivir.
“El reto es lograr que los miles de empresas y profesionales que se dedican a este sector en México logren aguantar y sobreponerse de los aplazamientos de los últimos meses”, declaró Llull.
Argollas hilan cuatro años sin enlaces
Sin bodas, las argollas de matrimonio hilaron su cuarto año con caídas en ventas. Entre enero y noviembre tuvieron una reducción en ventas del 33.8 por ciento, al alcanzar los 45.8 millones de pesos, revelan datos del INEGI.
“Si bien se siguen dando los enamoramientos, las bodas si se vieron impedidas, celebraciones de misas y por supuesto que esto se reflejó en una menor producción y consumo del segmento de las argollas”, explicó Sergio González, presidente de la Cámara Joyera de Jalisco.
En entrevista con El Financiero, González agregó que la categoría nupcial aporta el 20 por ciento de las ventas de la industria, por lo que sí les preocupa que no se puedan llevar a cabo esas celebraciones.
“Argollas de matrimonio no he tenido ventas, uno a dos en todo el año, pero para pedir compromiso sí, porque la gente está paniqueada y están declarando sus sentimientos”, refirió el joyero independiente Enrique García.
Al respecto, Enrique García Jewelry tenía sus mostradores en del INEGI varios hoteles en Acapulco, Ensenada, Ciudad de México y Nueva York, además de tiendas departamentales y para no perder vigencia comenzó a vender en redes sociales de Instagram y Facebook.
“Hemos cuadriplicado las ventas en comparación de enero 2020, nacimos como una joyería 100 por ciento digital, abrimos una sucursal en Puebla, pero el 80 por ciento de las ventas son de fuera”, comentó José David Valencia, de la joyería artesanal Vitanni.
El experto afirmó que el 70 por ciento de sus anillos se han concretado en boda, y para llegar a más parejas analizan abrir sucursal en Ciudad de México y Guadalajara, para lo que requerirán una inversión de 150 mil pesos por cada una.
Fuente: El Financiero