Quien toma con ligereza el valor de su palabra, no tiene idea del poco respeto que se está ganando para sí mismo.
La palabra es lo más valioso que podemos tener para, posteriormente, cosechar la virtud más preciada: la confianza.
Cuando una persona no respeta su palabra, es obvio que no tiene respeto por sí mismo ni por la gente que lo rodea.
Cuando una persona no cumple su compromiso, decimos que es una persona de doble ánimo, de ninguna confianza, tóxica, mala sangre, a quien se debe evitar porque, casi siempre, generan desilusión.
Lo sorprendente de esto, es que esas personas mentirosas tienen una habilidad extraordinaria para victimizarse, para justificarse y para prometer que de hoy en adelante sí cumplirá.
Desgraciadamente, hay muchos que quieren creer en esa gente por eso les dan otra oportunidad. ¡Pero resulta que no cumplieron! Después de sentirse burladas otra vez, algunos dicen ¡basta! Pues saben que quien miente o traiciona a su palabra, lo vuelve a hacer una y mil veces más.
Al final, los que pierden, son los que han sido abusados por su buena fe. Sin embargo, el otro, el cínico mentiroso, va minando a lo largo de su vida lesiones internas muy difíciles de reparar, no sólo con los demás, sino también consigo mismo, pues sus palabras no cumplidas van dejándole un sabor personal de poca honra y vergüenza interna que son muy difíciles de sobrellevar.
Este es el caso del dirigente estatal del PVE en Oaxaca, Pepe Estefan Gillessen, quien con su caradura, ha desconocido a los militantes de ese partido. Es más, se atrevió a decir que el presidente del Comité municipal de la ciudad de Oaxaca, Eduardo Reyes Santiago, no era militante del mismo.
La corta memoria de este hombre falto de palabra, desconoció que él mismo fue quien le tomó protesta como presidente del Comité municipal, el 30 de enero del año 2019.
La actitud de este dirigente estatal, seguramente, es por un cierto miedo que le tiene al aspirante a la candidatura por la presidencia de la ciudad de Oaxaca de Juárez, Eduardo Reyes Santiago, pues ve en él, un liderazgo que el otro carece.
Es probable que Pepe Estefan, este tan acostumbrado a ser gato de los demás partidos políticos, a ser comparsa, aplaudidor y matraquero de candidatos ajenos al partido que él representa, que por lo mismo, sienta miedo de hacer algo por su partido político.
El aspirante, Reyes Santiago, ya lo dijo bien claro, no va a ir en alianza vergonzosa, no se va a integrar a ninguna planilla, no busca ninguna regiduría ni anda buscando chamba. Está buscando la candidatura a la presidencia municipal porque tiene un proyecto para esta ciudad, y quiere que sea el Verde Ecologista, quien lo lleve a la presidencia.
Reyes Santiago, dice que creyó en la palabra de Pepe Estefan y de Elpidio Altamirano López, pero estos dos olvidaron el compromiso y los acuerdos que prometieron cumplir el día que le fue tomada la protesta como presidente del Comité municipal.
Una persona que cumple su palabra, consigue más fácilmente lo que se propone, y por lo mismo, llegará más lejos que quien no se cumple a sí mismo.
Tal vez, en el fondo, el objetivo del Verde Ecologista sea mentir, y los dirigentes estatales hayan sido seleccionados para ser manejados como plastilina. De ser así, Reyes Santiago, se equivocó de partido.