* Virginia Sendel convirtió el dolor de madre y abuela en amor. En 23 años ha salvado la vida a 2081 niños mexicanos quemados y 139 oaxaqueños, con una inversión en su atención de los Hospitales Shriners por más de dos billones de dólares.
* Pide al Gobernador y a su esposa que apoyen los traslados a Galveston con otro avión del Gobierno; difundan la campaña preventiva de la Fundación y reúnan a todos los niños con secuelas de quemaduras para que sean intervenidos o dotarles de prótesis.
De vivir en la gloria como exitosa periodista, conductora, productora y directora de radio y televisión, Virginia Sendel, pasó al infierno en 1997, al morir quemados su hija y su nieto.
Convirtió el profundo dolor de madre y abuela en amor. Ha salvado la vida a 2081 niños mexicanos quemados y 139 oaxaqueños. “No tuve tiempo de sufrir y darme lástima”.
A 23 años de la creación de la Fundación Michou-Mau, su Presidenta y Fundadora afirma satisfecha, “ningún niño quemado de México y Oaxaca se ha quedado sin atención”.
Salvó su vida y se dedicó a atender a su nieta Camila. La bendición más grande fue aliarse con Shriners, para trasladar a los niños quemados al Hospital de Galveston, Texas.
La rabia y la impotencia de no poder hacer nada para salvar a su nieto Mau que se infectó en un hospital en México, le llevó a crear la Fundación porque Shriners salva a los niños.
El quemado es el paciente que más sufre y más cuesta. Atender niños con hasta 60% de superficie corporal quemada cuesta cuatro millones de pesos en terapia intensiva.
El tratamiento en Shriners de un niño con 50% de superficie corporal quemada tiene un costo de atención de medio millón de dólares y con 80% de un millón de dólares.
En 23 años, Shriners ha invertido en salvar a niños mexicanos quemados más de dos billones de dólares, más de 240 millones de pesos, en atención altamente especializada.
Aunque cada día es más difícil pagar los traslados, durante los cuatro años de gobierno de Alejandro Murat 30 niños quemados oaxaqueños han sido trasladados a Galveston.
La ambulancia aérea del Gobierno de Oaxaca realizó ocho traslados con el apoyo del Gobernador y su esposa Ivette Morán, pero ya no cumple con las leyes estadunidenses.
Hace un vehemente llamado al Gobernador y a su esposa para que apoyen los traslados con otro avión del Gobierno. Esa es la solución, un niño quemado no infecta el avión.
Al reiterar su compromiso de vida de apoyar a los niños quemados oaxaqueños pide al Mandatario Estatal y a su esposa difundir la campaña preventiva de la Fundación.
Las acciones preventivas son traducidas a las lenguas maternas mayoritarias, porque la mayoría de los pacientes son de pueblos y comunidades indígenas y de áreas rurales.
“Si no queremos preocuparnos por el traslado de niños quemados tenemos que prevenir.
Michou-Mau ganó el primer lugar como la mejor campaña preventiva de Iberoamérica”.
Asimismo, solicita que cuando baje la pandemia, el DIF y Salud reúnan a todos los niños con secuelas de quemaduras para que sean intervenidos o proporcionarles prótesis.
Las Fundaciones Michou y Mau y Shriners traerán a los doctores y a quienes lo requieran se les trasladará a la Ciudad de México o a Galveston, Texas, para que se les atienda.
Emocionada, Virginia Sendel dice que funcionó increíblemente en Chiapas. Bajaron de la sierra 170 niños, 70 fueron atendidos por Shriners en la Ciudad de México o Galveston.
“Es la fórmula para que los niños aprendan a no quemarse y los que se quemaron sean atendidos. A veces falta comunicación para poner otro granito de arena más en Oaxaca”.
Tardará ver los resultados porque para que funcione una campaña preventiva debe durar 10 años en forma intensiva, señala, entrevistada en Detrás de la Noticia por Regeneración.
La Guelaguetza de la Fundación Michou y Mau a Oaxaca comprende el ofrecimiento de capacitación gratuita en una rotación de 15 días o un mes, en Hospitales Shriners de EU.
Lamenta que la enseñanza, dirigida a médicos intensivistas, anestesiólogos, cirujanos plásticos y urgenciólogos, sólo ha sido aprovechada por dos o tres médicos oaxaqueños.
El Dr. Pedro Ochoa, representante de Michou-Mau en Oaxaca, con 20 años trabajando en la Fundación puede coordinar a los médicos interesados en capacitarse en esta área.
Hay que pagar el boleto de avión y la estancia, les dan alimentos y, lo más importante, les becan; regresan con la mejor capacitación y pueden capacitar a otros médicos en Oaxaca.
A la larga no tendremos que trasladar a tantos niños porque sabrían cómo atenderles de inmediato y evitar infecciones. Es otra ofrenda que hace a los médicos y al Gobierno.
Anuncia que, también hará llegar al Gobernador, a su esposa y al Secretario de Salud el Programa Padrinos para que conozcan el resultado durante los últimos cuatro años.
Este año han capacitado a más de 30 mil personas que atienden urgencias de quemados, sobre todo, bomberos de varios estados, Jalisco, Nuevo León, Ciudad y Estado de México.
Son los héroes del país porque las más de las veces trabajan sin el equipo necesario. Son los primeros que llegan al igual que los paramédicos y los socorristas de la Cruz Roja
Se les capacita en técnicas modernas para atender al quemado y saber cómo recibirles, saber taparlos y no manguerearles con agua fría. Más a la Cruz Roja que no les atiende.
Las enfermeras pueden acudir a la Unidad de Quemados Michou-Mau de Xochimilco y capacitarse en un curso de dos o tres días con la directora, Doctora Virginia Núñez.
Reconoció que la Unidad de Quemados en el Hospital de la Niñez Oaxaqueña está bien construida, sin embargo, no es recomendable que esté junto al área de cancerología.
Anhela que todos los estados aprueben la Ley de Protección al Niño Quemado para atenderlo donde se pueda hacerlo. En Nuevo León, la propuso Luis Donaldo Colosio Riojas.
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