El episodio de violencia que se vivió ayer en las oficinas de la delegación de Bienestar donde despacha la incompetente de Nancy Ortiz Cabrera, responsable del desastre en que se ha convertido la jornada de vacunación anticovid, debe encender la alerta roja al gobierno de Andrés Manuel López Obrador y de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa, porque pudo derivar en tragedia.
Hechos aberrantes, increíbles.
Antes de mediodía, el munícipe de Santa Lucía del Camino, Dante Montaño Montero, quien mantenía activos diversos bloqueos, pretendió ingresar junto con sus acompañantes a una reunión convocada por Ortiz Cabrera para dar a conocer la situación de la jornada de vacunación anticovid, que fue cancelada en 11 municipios de la entidad.
Casi después de 24 horas de que se cancelara la jornada de vacunación, la servidora de la nación sacó la cara para convocar a una reunión con las autoridades municipales.
Sin embargo, los guardias de seguridad de la delegación de Bienestar, le cerraron el paso a Dante Montaño al pretender ingresar con sus acompañantes, por ello entre los empujones y manotazos, presunto guarura de la funcionaria federal sacó a relucir su arma de fuego.
En la trifulca fue encañonado el presidente municipal, pero vecinos de la comunidad reaccionaron y golpearon a uno de los supuestos responsables para subirlo a una patrulla de ese municipio y trasladarlo a los separos de la demarcación junto con otro joven quien se mantenía en el acceso de las oficinas.
Al lugar arribó el secretario General de Gobierno, Francisco García López para tratar de mediar la situación y establecer una mesa de diálogo.
Los municipios que se vieron afectados por la falta de vacuna son San Jacinto Amilpas, Santa María Atzompa, Santa Cruz Xoxocotlán, Santa Cruz Amilpas, San Raymundo Jalpan, Cuilapam de Guerrero, San Sebastián Tutla, San Pedro Ixtlahuaca, Santa María El Tule y San Andrés Huayapan.
Las imágenes que circulan de uno de los escoltas de la servidora pública federal cortando cartucho contra el presidente municipal de Santa Lucía del Camino, Dante Montaño Montero quien intentaba ingresar a la reunión junto con algunos presidentes de colonias de esa población, causó molestia e indignación general.
Los seguidores del edil gritaban al escolta que apuntaba al Alcalde: ¡Jálale!…¡Jálale!
Y se vinieron los jaloneos, las imágenes le dieron la vuelta al mundo en las redes sociales.
Por un momento se pensó que iba accionar su arma, por fortuna elementos policiacos lo desarmaron y lo subieron a la patrulla municipal. Fueron instantes de mucha tensión, insisto, que pudo originar una tragedia y todo por un mal manejo de la vacunación.
¿Por qué Nancy Ortiz tiene escoltas?, ella no es de seguridad nacional, está a cargo de programas sociales del gobierno de López Obrador, no se justifica y menos que encañonen a la población que llega a protestar.
Que intolerancia de la 4T. Esto debiera encender los focos de alarma entre las autoridades estatales y federales, porque la mala coordinación y la desinformación en que ha caído la funcionaria de Bienestar, pudo traer consecuencias muy lamentables. Por fortuna no hubo lesionados.
Y es que sin previo aviso, sin dar la cara, Nancy Ortiz canceló la jornada de vacunación porque se acabaron las vacunas, mientras cientos de adultos mayores y sus familiares montaban guardias desde un día antes en las largas filas apartando sus lugares para poder acceder a los biológicos, en pleno sol y por la noche pasando frío.
¿No es eso criminal, inhumano?
Sin dejar de lado que el protagonismo del edil de Santa Lucía del Camino, Dante Montaño tiene que ver con un asunto de reelección, por supuesto, también es verdad que si el edil emanado del Partido del Trabajo en una coalición con Morena, no hubiese accionado las protestas, el gobierno de López Obrador no habría hecho caso y no se tuvieran las vacunas.
Nos guste o no, las protestas funcionaron y la presión ejercida en redes sociales para que dieran respuesta, fue fundamental.
Después de los actos de violencia y de los múltiples bloqueos a las entradas de la ciudad de Oaxaca, ayer llegaron 21 mil 450 dosis de la vacuna que ya fueron distribuidas para cada uno de los 11 municipios donde habrá vacunación este viernes como estaba previsto.
Claro, tanto Montaño Montero como el gobernador Alejandro Murat aprovecharon muy bien la incompetencia y caos que ha originado el desorden de la jornada de vacunación, cuya responsable no es otra servidora de la nación, más que Nancy Ortiz, que en lugar de dar la cara, sus presuntos escoltas responden encañonando a edil que pedía vacunas.
Jamás se había visto semejante episodio en Oaxaca. Es insólito.
Después de estos lamentables hechos, es de suma importancia que el gobierno de López Obrador quite esa responsabilidad a la delegación de Bienestar, que además han utilizado la vacuna con fines electoreros, por eso el programa lo tiene esa instancia que maneja a los servidores de la nación.
Y si Nancy Ortiz tuviera vergüenza y un poco de dignidad, debería renunciar, pero no, ni lo hará, salvo que la remuevan del cargo, mejor le echó la culpa a la subdelegada regional Aída Valencia, (la que apartó vacunas para su gente sin que tengan la edad de 60 años según audio de una conversación difundida), y dijo que fue ella la que le habló al edil de Santa Lucía del Camino para decirle que se cancelaba la jornada de vacunación.
Y las y los diputados locales y federales de Morena, se quedaron calladitos ante el caos de la vacunación, los que dicen defender al pueblo, les vale un cacahuate si se vacunan o no los adultos mayores, solo velan por sus intereses, ojalá se los cobren en las urnas el 6 de junio a todos los que van por la reelección.
La responsabilidad de las vacunas debe tenerla el Consejo Nacional de Salud en una estrecha coordinación con los gobiernos de los 32 estados de la República Mexicana, para evitar este tipo de desastres, puesto que los competentes para el manejo de las vacunas son quienes están en la primera línea de fuego, médicos y enfermeras, no escoltas ni servidores de la nación.
¿Qué espera el gobierno de López Obrador para enmendar este grave error estratégico?…Y desafortunadamente es Oaxaca donde se tiene el mayor problema, porque en estados como Chiapas y Puebla, la gente se ha vacunado sin mayores sobresaltos.
Incluso hay testimonios de adultos mayores oaxaqueños de poblaciones de la zona oriente del Istmo, como Chahuites, Tapanatepec y Zanatepec, que acudieron a las comunidades de La Azteca en Arriaga y Unión Zapata,Chiapas, hasta donde llegaron brigadas de la Secretaría de Salud a vacunar, a que les pusieran el inmunológico.
Como la salud es un derecho humano, sin mayores problemas los vacunaron con el folio que les dieron al inscribirse en la plataforma de salud, sin importar que fueran de otros estados, los registraron y les dieron un carnet, no hicieron colas, pasaron con fichas y a finales de marzo les toca la segunda dosis de la vacuna Astra-Zéneca.
Lo mismo ocurrió en los límites de Puebla con Huajuapan de León, adultos mayores de esta población se fueron a vacunar. Estamos hablando de que en estos dos estados sí hay un buen manejo coordinado para la aplicación de la vacuna.
¿No pueden hacer eso en Oaxaca?…Claro que en esas entidades no hay una Nancy Ortiz que eche todo a perder. Ni una Aída Valencia que se acapare las vacunas.
Pero ojalá que este episodio violento encienda las antenas rojas y tanto los gobiernos de López Obrador como de Murat Hinojosa se pongan las pilas y hagan un mejor manejo de las jornadas de vacunación.
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