El proceso de transformación digital en la economía actual y el ecosistema global de negocios es una tendencia imparable en todo tipo de organizaciones. Esta evolución traerá múltiples beneficios, pero también abre algunos frentes que deben ser cubiertos para poder operar de manera eficiente y confiable.
Posiblemente uno de los más importantes sea la creciente vulnerabilidad ante las amenazas cibernéticas. Si bien se trata de un desafío que deben enfrentar todas las empresas de cualquier sector, a nivel industrial requiere especial atención.
A medida que más industrias adoptan modelos de operación remota y más conectada, incluyendo aquellas que operan infraestructura crítica y con múltiples instalaciones, requieren un enfoque más estratégico de ciberseguridad industrial.
Los ciberataques a nivel industrial no son elementos de películas de ciencia ficción. Estas amenazas son reales y representan riesgos en la seguridad de las personas y a su estabilidad financiera, así como pérdidas de millones de dólares cada año para las empresas.
Según un estudio de Kaspersky enfocado en ciberseguridad industrial, aproximadamente 44% de las organizaciones de este tipo afirman que trabajan permanentemente en iniciativas de ciberseguridad vinculadas con transformación digital, lo cual revela la creciente preocupación que existe en torno a las vulnerabilidades cibernéticas.
Por otra parte, en empresas como Honeywell hemos registrado que la severidad de las ciber amenazas detectadas en los sistemas de Tecnologías de las Operaciones (OT) y ambientes de Internet de las Cosas Industrial (IIoT) se ha incrementado significativamente en los últimos 18 meses.
La buena noticia es que las organizaciones cada vez están más conscientes del problema, al grado de que al cierre de 2020 la totalidad de las empresas grandes expresaron su intención de reportar ante sus Consejos de Administración los ciberataques contra sus sistemas de control industrial, de acuerdo con Gartner. En 2019 solo alrededor del 40% de estas organizaciones lo hicieron.
En América Latina el problema es serio, ya que es altamente vulnerable a ataques cibernéticos. Recientemente la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) citó un reporte de CheckPoint, que reveló que países como México, Colombia, Perú o Venezuela se encuentran por encima de la media global en cuanto a probabilidades de ser atacados cibernéticamente a nivel industrial. Kaspersky, por su parte, señala que los países latinoamericanos están entre el 25% de las naciones más vulnerables.
El problema ha cobrado más relevancia con la disrupción que han enfrentado todas las industrias al elevar sus niveles de trabajo remoto de manera acelerada, lo cual exige mayores mecanismos de seguridad cibernética, tanto tecnológicos como de capacitación y servicio.
La respuesta por parte de los expertos y desarrolladores de tecnologías ha sido eficaz y han creado diversas soluciones orientadas a fortalecer las medidas de ciberseguridad, con el objetivo de reducir riesgos en ambientes industriales y en infraestructura crítica. Esta tecnología ha sido eficazmente probada en industrias tan diversas como petróleo y energía, servicios públicos, químicos, minería, manufactura, farmacéutica, alimentos y bebidas, entre otras.
Para mencionar un ejemplo de ello, uno de los principales productores de confitería del mundo ha implementado soluciones de ciberseguridad para proteger más de 100 instalaciones industriales en varios países.
Adicionalmente a las mejoras de seguridad, este tipo de organizaciones tienen mejoras en el desempeño de sus sistemas de ciberseguridad de hasta 35% a través de procesos automatizados, sin mencionar que en algunos segmentos pueden evitar penalizaciones de más de 10 millones de dólares por incumplimiento de ciertas regulaciones.
Todas las industrias avanzan velozmente hacia la transformación digital y requieren de la tecnología más robusta para promover una protección consistente de sus operaciones. Hoy nos encontramos en un punto favorable para la ciberseguridad industrial y esto se ha logrado gracias a que las organizaciones entienden que se trata de uno de los mayores desafíos para los negocios en la era digital.
Fuente: Forbes