El papa Francisco se prepara para celebrar de nuevo en el Vaticano una Semana Santa especial por la pandemia, sin multitudes de fieles debido a la tercera ola de coronavirus.
Uno de los momentos más importantes de la tradición católica, que conmemora la muerte de Jesús en la cruz, se llevará a cabo sin el tradicional lavado de pies del Jueves Santo y sin el Via Crucis precedido por el pontífice alrededor del Coliseo romano.
Por segundo año consecutivo, debido a las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia en Italia, todos los actos de la Semana Santa se celebrarán dentro de los muros vaticanos.
Según el programa divulgado este jueves por el Vaticano, las ceremonias litúrgicas se desarrollarán «con una presencia limitada de fieles» en el respeto de las medidas sanitarias previstas.
El pontífice celebrará los ritos de la Semana Santa en el llamado altar de la cátedra dentro de la basílica de San Pedro, y el Viernes Santo, el 2 de abril, presidirá como el año pasado el Via Crucis desde la plaza de San Pedro.
La imagen extraordinaria y solitaria de Francisco en medio de la plaza vacía fue el emblema el año pasado de la tragedia mundial, en la que el líder de los 1.300 millones de católicos habló de «la hora más oscura» y lanzó un mensaje de esperanza en el que comparó los tiempos actuales con los que experimentaron los seguidores de Jesús después que lo crucificaron.
Este año, según informó el director de la oficina de prensa del Vaticano, Matteo Bruni, las meditaciones del Viernes Santo han sido escritas por un grupo de niños «scout» de Umbria (centro de Italia) y de la parroquia romana de los Santos Mártires de Uganda.
Las distintas estaciones serán ilustradas por los dibujos realizados por niños que residen en casas de alojamiento de Roma y que han sufrido discriminación y humillaciones.
El domingo de Pascua, el 4 de abril, el papa dará la tradicional bendición «Urbi et Orbi» (a la ciudad y al mundo) desde la basílica de San Pedro, durante la cual lanza un mensaje a los católicos y recorre los conflictos que azotan al mundo.
Fuente: Eje Central