En el canal de Suez se vivían anoche momentos decisivos para desencallar el megaportacontenedores Ever Given y desbloquear esta vía estratégica para el comercio mundial, taponada desde hace seis días.
Tras los intentos vanos de los últimos días, la luna llena era la principal aliada de los equipos de rescate, ya que en esta época del año genera mareas vivas que elevan el nivel de agua en el canal y pueden ayudar a reflotar el barco.
Este domingo se esperaba que nuevos remolcadores se sumaran a los esfuerzos para mover el gigantesco buque, de 400 metros de eslora, 220.000 toneladas y capacidad para 20.000 contenedores. Mientras, las dragas seguían extrayendo arena en torno al casco para tratar de liberarlo.
Hasta el pasado sábado se habían retirado ya 27.000 metros cúbicos y se había alcanzado una profundidad de 18 metros.
Por si estos dos métodos no resultaran suficientes para poner a flote el barco, el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, ordenó emprender los preparativos para aligerar la carga sacando parte de los 18.300 contenedores que lleva a bordo, según informó el jefe de la Autoridad del Canal de Suez, Osama Rabie.
El propio Rabie había asegurado menos de 24 horas antes que confiaba en que no fuera necesario recurrir a esta tercera opción, que requiere una operación más complicada.
«Esperamos no llegar a un escenario en el que tener que empezar a sacar contenedores del barco, pero nos estamos preparando para el caso de que haya que hacerlo», señaló.
Una operación compleja
El ingeniero de Caminos, Canales y Puertos Juan Carlos Pery, especialista en obras y transporte marítimos, apunta que lo previsible es que se empleen grúas flotantes, ya que de esta manera podría extraerse contenedores desde cualquier parte del barco, mientras que las terrestres únicamente alcanzarían la proa o la popa, las partes más próximas a las orillas del canal.
Convendría además, apunta, que procedieran tanto desde el norte como del sur, para que se pueda quitar contenedores de una y otra banda del barco, porque de lo contrario se correría el riesgo de alterar el reparto del peso y que el buque se desequilibrara.
En cualquier caso, esta sería una operación que requiere «mucho más tiempo», advierte, por lo que confía más en que el dragado dé finalmente resultado.
Hasta este domingo se había logrado mover el barco apenas unos centímetros, así como accionar el timón y que funcionara la hélice, pero todavía había dificultades por superar, como la superficie rocosa con que se han topado los equipos.
No obstante, para ello se están empleando las llamadas dragas de cortador, dotadas de una especie de taladro que «rompe la roca y la convierte en grava», explica el experto.
El número de barcos a la espera de acceder al canal y poder transitar entre el mar Rojo y el Mediterráneo ascendía ayer a al menos 369, entre los que hay desde portacontenedores a petroleros o buques con gas licuado.
Un informe de la consultora Sea-Intelligence, con sede en Copenhague, calcula que si el bloqueo del canal de Suez se prolongara, la capacidad mundial de transporte de contenedores se reduciría en un 6%, debido al desvío de las rutas marítimas por el cabo de Buena Esperanza y el canal de Panamá.
Esto equivale a 1,48 millones de contenedores menos, lo que podría tener un importante impacto en las cadenas de suministro.
Fuente: ABC