El Senado avaló en lo general, con 64 votos a favor, 47 en contra y seis abstenciones, la reforma a la Ley de Hidrocarburos que busca echar abajo la reforma energética del gobierno anterior, con la finalidad de reivindicar el rol preponderante de Petróleos Mexicanos (Pemex) en el sector energético al permitir al gobierno suspender o revocar permisos a privados bajo el argumento de considerarlos como peligro inminente para la nación.
La reforma impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y avalada por Morena y sus aliados, faculta a la Secretaría de Energía y la Comisión Reguladora de Energía (CRE) para revocar permisos a particulares que reincidan en la comisión de delito de contrabando y alteración de hidrocarburos, petrolíferos o petroquímicos, con la finalidad de acabar con el huachicol y el mercado negro de combustibles.
Además, ambas instancias (Energía y CRE) podrán suspender permisionarios de particulares por causas como peligro inminente para la seguridad nacional, energética o economía nacional.
Aquellos permisos suspendidos o revocados, podrían ser operados por Petróleos Mexicanos, según lo avalado.
También se aprobó una modificación para revocar o suspender permisos a las gasolineras o concesionarios que alteren las máquinas de despacho de combustibles o alteren las gasolinas.
La oposición votó en contra porque argumentaron que la reforma es inconstitucional, viola compromisos internacionales y otorga ventajas competitivas a Pemex en el sector de los petrolíferos en detrimento de empresas que participan actualmente pero que firmaron contratos en condiciones distintas, con la reforma energética avalada en el 2013 en la administración de Enrique Peña Nieto.
“Buscan sacar a los permisionarios del mercado, díganlo claro”, criticó en tribuna la senadora Xóchitl Gálvez (PAN).
El coordinador del PAN, Julen Rementería sostuvo que la aprobación de la reforma a la Ley de Hidrocarburos instaura un régimen de discrecionalidad a partir de la Secretaría de Energía y Pemex.
“So puede ser que la empresa (Pemex) que hoy más dinero pierde en el mundo, la más endeudada, ahora pueda hacer, a partir de esta reforma -solo con el voto de unos cuantos-, cosas en contra de los mexicanos”, dijo.
Claudia Ruiz Massieu, senadora por el PRI denunció que la reforma violenta los principios de libre competencia y aseguró que esta legislatura será recordada por aquella en que la mayoría renunció a ser críticos.
Para Morena, la reforma fortalece la soberanía nacional en el sector energético y combate directamente prácticas como el robo de combustible (huachicol), corrupción y contrabando de combustibles.
Ricardo Monreal, líder de la bancada de Morena expuso que las modificaciones son una contrarreforma a lo avalado en el 2013 por el Congreso, ya que calificó las reformas estructurales con un pecado original y un vicio de origen: “es producto del soborno, cohecho, corrupción, y de la compra de voto de legisladores con dinero público y privado de la cual ya hay procesos y personas sujetas a proceso”.
Sostuvo que la reforma garantiza la soberanía energética, priorizando las propias fuentes del país y disminuyendo las fuentes externas.
Ahora se discuten 61 reservas para que el Senado pueda votarla en lo particular y, de ser avalada, será enviada al Ejecutivo federal.
Fuente: El Heraldo de México