Hoy más que nunca la sucesión gubernamental en Oaxaca está más acelerada, como si ya no hubiera Gobernador.
Lo daban por muerto, pero se ha jugado su última oportunidad de resurgir en la palestra política como el Ave Fénix, al darle al presidente Andrés Manuel López Obrador una prueba de lealtad, con todo lo que ello implica para su corta carrera política.
Sin duda un arma de doble filo.
Hablamos del senador oaxaqueño por el Partido Verde Ecologista de México, Raúl Bolaños Cacho Cué, sí, el responsable del dictamen para ampliar el periodo por dos años más en su responsabilidad al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Arturo Zaldívar por indicaciones presidenciales, por supuesto.
¿Se acuerdan?
Pues no fue de motu propio, todo tiene un porqué y la sucesión en Oaxaca está en juego.
El hijo putativo del presidente de la Jucopo en el Senado de la República, Ricardo Monreal Ávila, fue severamente criticado, calificado como el “senador tapete”, muchos consideraron que lo hecho por Bolaños Cacho fue un “madruguete” y es inconstitucional.
Pero no pasó nada, Zaldívar es presidente de la SCJN por otros dos años más con el permiso de quien dirige a México desde el púlpito.
El objetivo si la jugada les cuaja con la venia presidencial, es que Raúl Bolaños, muy cercano al Gobernador Alejandro Murat Hinojosa, se convierta en el candidato a la gubernatura de Oaxaca por la posible coalición Morena-PVEM-PT y los que se sumen.
No olviden que han hecho papilla al aspirante más fuerte de los morenistas, a Salomón Jara Cruz, quien después de la detención de la edil de Nochixtlán, Lizbeth Victoria Huerta, su cercanísima, vinculada en la desaparición forzada de la activista británica, Claudia Uruchurtu, fue un golpe certero al grupo político del senador morenista.
Y desde “La Mañanera” el propio AMLO reveló que un testigo protegido es quien habría confesado que fue la edil de Nochixtlán quien estaría vinculada a la desaparición de la ciudadana británica e incluso con pocas probabilidades de que esté viva.
Tal revelación presidencial cimbró al grupo morenista de Jara Cruz, guardaron silencio.
El debilitamiento político a Salón Jara, ha venido desde que le quitaron a varios de sus candidatos a ediles, y los ejemplos más claros fueron en Oaxaca de Juárez, donde Morena no eligió a Jesús Romero López, quien por cierto quedó muy molesto con su impulsor político porque siente que lo “traicionó” y hoy prefirió mejor irse de vacaciones que sumarse al proyecto de Francisco Martínez Neri, a quien Jara también respalda.
Juchitán de Zaragoza es otro municipio destacado, donde le bajaron a Emilio Montero Pérez, quien se fue por el Partido del Trabajo a su reelección, al que también por no pedir licencia en tiempo y forma al Cabildo, el Instituto Estatal Electoral y de Participación Ciudadana (IEEPCO), le impuso una restricción de salir hacer campaña después de la 18:00 horas, horario no laboral.
¡Que friega!
Salina Cruz, el puerto más importante del Estado tampoco le aceptaron a Juan Carlos Atekas, quien se quedó fuera de la contienda al registrarse por un partido distinto por el que no fue coaligado en el 2018 y lo echaron abajo.
Estas dos últimas ciudades juegan un papel preponderante para el proyecto más importante del sexenio de AMLO, el Interoceánico. Si López Obrador le tuviera tantita confianza a Jara Cruz, ¿no les parece que le permitiría seguir manejando esos municipios de la franja interoceánica?
Jara Cruz quedó descobijado, intenta arrimarse hoy a los candidatos que sabe no son suyos, como Héctor Yodo en Juchitán, a quien le alzó la mano, pero lo mismo hizo en Santa Lucía del Camino con Juan Carlos García y en Oaxaca de Juárez, respalda a Neri, busca afanosamente recuperar el poder que perdió.
Por ello llama la atención que precisamente al senador del Verde Ecologista, Raúl Bolaños Cacho Cué, le pidieran “una prueba de lealtad” con el Presidente, por supuesto, y éste cumplió, porque sabe que es su última carta de poder jugar en la sucesión que asoma las narices ya y con mayor fuerza después del 6 de junio.
Para nadie es un secreto la estrecha relación que llevan el gobernador Alejandro Murat Hinojosa y el presidente López Obrador, a los Murat, por supuesto quien más les conviene que vaya como candidato a la gubernatura por Morena-Verde-PT, es Bolaños Cacho Cué, pero también pueden transitar sin mayores problemas con Susana Harp.
Recuerden que en este juego sucesorio también está la senadora Susana Harp Iturribarría, de todas las confianzas de AMLO, muy institucional, ella no mueve un dedo sino tiene la autorización presidencial, no le gusta el protagonismo, tuvo a cargo justamente la elección de varios municipios en el Istmo, mandatado por el propio Presidente.
Susana Harp es la otra carta fuerte -muy de casa- que tiene López Obrador, después del 6 de junio veremos si tiene la venia para moverse. De hecho hay una estructura paralela a Morena que empezaría a funcionar después de las elecciones intermedias, recuerden que Sesul Bolaños, líder estatal del Movimiento de Regeneración Nacional, tampoco tiene la confianza de quien gobierna este país y su futuro está en veremos.
Se sabe de antemano que la marca Morena está muy fuerte en Oaxaca y no es para menos, López Obrador no ha dejado de hacer campaña en territorio oaxaqueño, la semana pasada estuvo en el Istmo, supervisó la obra del Rompeolas en Salina Cruz, estuvo en la franja interoceánica y hasta filmó un video degustando un exquisito platillo muy típico de la región, hasta plátanos fritos con queso y crema.
Quizás por ello, si se dan cuenta, las y los candidatos de Morena están nuevamente confiados, de que con solo la marca van a ganar, claro, tienen al Presidente en campaña permanente y con todos los recursos federales, contrario a lo que ocurre en el PRI, por ejemplo, hay un antipriismo muy fuerte, la gente sigue aborreciendo al tricolor.
Y por el lado del Partido del Trabajo, Benjamín Robles Montoya tampoco tiene ya posibilidades de ser el abanderado de la futura coalición, bueno nunca la tuvo para acabar pronto, AMLO no lo quiere, no es su cercano y como bien lo ha dicho López Obrador tanto de Jara Cruz como de Montoya, ya les cumplió.
Así que después del 6 de junio, se empieza a mover el tablero, veremos qué decide el Presidente Andrés Manuel López Obrador, porque es el único que manda. Las encuestas solamente son una simulación, no lo olviden.
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