El 21 de mayo Israel reabrió el paso de Kerem Shalom con Gaza, y se reanudó el flujo de productos hacia el enclave palestino. El retorno a la normalidad se percibe en las tiendas, los colegios y los recintos sagrados, entre otros lugares.
La Explanada de las Mezquitas reabrió a los judíos después de semanas de enfrentamientos
La mañana del 23 de mayo, alrededor de 100 visitantes judíos subieron en grupos de 20 personas al tercer lugar más sagrado tanto para judíos como para musulmanes, la Explanada de las Mezquitas.
Según el Comité de Organizaciones del Templo, los asistentes rezaron el servicio matutino.
La oración judía formal y abierta en el lugar está prohibida en la práctica por la Policía, pero en los últimos años los agentes hacen la vista gorda si los judíos rezan de forma discreta, pero no usan el manto de oración y rollos de la Torá.
Los policías desalojaron a jóvenes palestinos del complejo sagrado y prohibieron la entrada a los musulmanes menores de 45 años, según el Consejo Musulmán Waqf, el organismo encargado del control y la administración de los edificios islámicos en la Explanada de las Mezquitas.
Los musulmanes que entraran en el lugar debían ceder su identificación a los agentes en la entrada.
Tres musulmanes fueron detenidos, incluido un guardia.
El jefe del partido ultra-ortodoxo Judaísmo Unido de la Torá (JUT), Moshe Gafni, instó al primer ministro, Benjamín Netanyahu, a no reabrir la Explanada de las Mezquitas a los visitantes judíos, en medio de las tensiones latentes en este sitio.
“No subir al Monte del Templo [la Explanada de las Mezquitas] es la prueba más profunda de nuestra pertenencia a este lugar sagrado, al que dirigimos nuestras oraciones”, declaró Gafni, un aliado cercano del primer ministro israelí.
“¡Les pido que mantengan el Monte del Templo cerrado a los judíos!”, pidió.
Los comentarios de Gafni pueden generar desacuerdos dentro del bloque religioso derechista de los partidarios de Netanyahu.
El 21 de mayo se produjeron breves escaramuzas entre la Policía y los manifestantes palestinos tras las oraciones de la tarde; la primera prueba de fuego para la tregua impuesta horas antes.
El sitio fue cerrado a los visitantes judíos desde el 4 de mayo, durante los últimos días del Ramadán, para evitar fricciones en este lugar sagrado, al cual acude un gran número de fieles musulmanes para rezar en la mezquita Al Aqsa, situada en el Monte del Templo, una colina en la zona antigua de Jerusalén venerada por los judíos como el lugar más sagrado de su religión: allí se alzaban los templos bíblicos.
En los últimos años, cada vez más judíos religiosos y nacionalistas han visitado la Explanada de las Mezquitas. Los palestinos temen que Israel tenga planes de ocupar el recinto o dividirlo.
El Gobierno israelí ha reiterado que no tiene intención de cambiar la situación actual, en la que la Waqf supervisa el lugar bajo la tutela de Jordania.
Debido a las graves tensiones en las que se vio envuelto Jerusalén durante el mes del ramadán, el Gobierno decidió extender el cierre en su intento por reducir las tensiones.
Aunque este esfuerzo finalmente fracasó cuando Hamás disparó cohetes contra Jerusalén y provocó el reciente conflicto con Gaza.
Millones de niños israelíes regresan a las escuelas
Tras el cese el fuego, millones de niños en el sur y el centro de Israel regresaron a las escuelas y jardines de infancia, que cerraron cuando los cohetes y morteros lanzados desde Gaza llovían sobre el país.
“Los primeros días de regreso al aula deben dedicarse a brindar apoyo emocional y social a los 2,4 millones de niños de las regiones central y sur que regresan este domingo [el 23 de mayo] a las aulas”, comunicó el Ministerio de Educación israelí.
Aunque en la mayoría de los lugares se reanudarán los estudios, en Lod, ciudad mixta de la región central, en la que se registraron enfrentamientos mortales entre las poblaciones judía y árabe, algunas escuelas no volverán a su horario completo, informan los medios locales.
Los colegios en el sur del país fueron cerrados el primer día de combates, cuando Hamás y otros grupos islamistas lanzaron proyectiles contra la zona.
En los días siguientes, mientras los cohetes de Gaza apuntaban también a la región central, la orden de cierre se extendió a todas las escuelas al sur de Herzliya, ciudad que se encuentra al norte de Tel Aviv.
La guerra de 11 días y el alto el fuego
El conflicto entre Israel y Palestina se agravó el 10 de mayo, tras expirar un ultimátum del movimiento palestino Hamás, que exigía retirar a los militares y policías israelíes de la explanada de las Mezquitas y del barrio de Sheij Jarraj, en Jerusalén.
La Policía israelí había chocado varias veces con los manifestantes palestinos en los días previos al conflicto.
La amenaza de desahucio sobre docenas de familias palestinas de un barrio cercano de Jerusalén se ha identificado como otro factor que hizo que el conflicto volviese a estallar.
Como resultado, las facciones radicales palestinas dispararon más de 4.300 cohetes hacia Israel.
Como represalia, las fuerzas israelíes lanzaron 190 ataques contra objetivos en Gaza.
La guerra se cobró la vida de 219 palestinos y 12 israelíes y dejó más de 1.500 heridos a ambos lados.
Después de 11 días de combates, el 20 de mayo el gabinete de seguridad israelí adoptó por unanimidad la iniciativa de Egipto, que contemplaba un alto el fuego bilateral sin condiciones previas.
Hamás también se comprometió a respetar la tregua, que pone fin a la peor crisis palestino-israelí desde 2014.
Los expertos señalan que la Franja de Gaza se encuentra ante una crisis humanitaria muy grave, particularmente tras los ataques contra centros civiles, como hospitales y escuelas.
Fuente: Sputnik