Japón es el país encargado de albergar la máxima justa deportiva en este 2021, un año de parciales reaperturas alrededor del mundo, pero aún con mucha incertidumbre por las múltiples variantes que se han desarrollado de la Covid-19 y el lento proceso de vacunación alrededor del mundo.
En medio de la pandemia, el macro-evento más importante del mundo deportivo, los Juegos Olímpicos, se tuvieron que posponer del verano de 2020 a 2021.Esta reprogramación ha pasado por muchas trabas, incertidumbre, inconformidad e incluso estuvo a punto de suspenderse de forma definitiva, dado que el Comité Olímpico Internacional (COI), aseveró que de no poderse realizar en 2021, la justa olímpica sería definitivamente cancelada sin importar la inversión y los esfuerzos del Comité Organizador de Japón que, a toda costa, han hecho lo propio para poder mantener el macro evento en pie, aunque no así la población local.
¿Por qué no quieren los japoneses los Juegos Olímpicos?
Las principales aristas de este descontento por parte de la población japonesa radican en que, quieren evitar a toda costa un nuevo confinamiento, tomando en cuenta que el país quiere llegar a un nivel de cero contagios y el permitir el acceso de extranjeros podría mermar esta meta. Así mismo, se cumplen 10 años del tsunami y terremoto en el norte del país en Iwate, Miyagi, donde explotó un tanque atómico con una fuerza 100 veces mayor que en Chernóbil por lo que la gente no podrá habitar tal locación hasta dentro de aproximadamente 100 años; mientras tanto, todos los afectados no han recibido apoyo por parte del gobierno, pero sí se realizó una inversión multimillonaria para albergar los Juegos Olímpicos, por eso, se estima que un 63% de la población quiere que se suspendan, estos datos vienen directamente de las encuestas locales y medios de comunicación locales, las cuales fueron así confirmadas por el padre Antonio Camacho, mexicano residente de Japón.
La situación, además, es que a pesar de que muchos atletas llegan vacunados no supone que no puedan contagiar, sin mencionar que, van con sus respectivos equipos, los federados y, medios de comunicación locales. Puesto que esto supondría que existe la inmunidad esterilizan, un estudio que aún se lleva a cabo mientras la vacunación en el mundo continua a un ritmo lento, en caso de que se compruebe todos aquellos que se hayan vacunado no significarían un riesgo para el resto de la población, mientras no, es una moneda al aire que significa un latente riesgo en este caso para los japoneses.
Crisis como la pandemia, vinieron a demostrar que no somos un país que esté preparado en materia de educación, parte de esos factores son el gran número de familias vulnerables y la desigualdad de condiciones.
Con 126 millones de habitantes en el país asiático, Japón va a un ritmo de vacunación sumamente lento con alrededor de cinco millones de vacunados exclusivamente, el 2.9 % de su población, ya que no ha presionado por el suministro de vacunas dado que no confía en la velocidad con la que se han desarrollado las vacunas de la mayoría de las farmacéuticas. Por el momento tanto Moderna como Pfizer son las únicas farmacéuticas que han podido introducir su dosis contra el Covid-19 a Japón. A la par de esto, los nipones desarrollan su propia vacuna tomando en cuenta todas las variantes que se han desarrollado y esperarían tenerla lista a final del año para comenzar una producción e inoculación masiva.
Mientras las quejas de los locales siguen, el Comité Organizador de Tokio 2020 señaló su intención de minimizar el número de representantes extranjeros de comités, federaciones y organismos invitados a Japón en miras de reducir los contagios. Con dicho recorte se estima que serían 90 mil los representantes extranjeros asistentes al macro evento, la mitad de los contemplados antes de posponerlos el 2020. Seiko Hashimoto, presidenta del Comité Organizador afirmó que se está haciendo todo lo posible para “abordar la preocupación del público sobre este tema”. El 80 % de los atletas en la Villa Olímpica podrán tener acceso a vacunación, aunque no es obligatorio. Mientras que las restricciones que aplicarán para los atletas son claras, sólo podrán desplazarse entra la Villa Olímpica y otros lugares de alojamiento y las instalaciones entrenamiento y las de competición; mismo protocolo que aplicará para periodistas foráneos o a representantes de comités y federaciones y no habrá púbico asistente en las tribunas.
Sin embargo, hasta el viernes 14 de mayo se había firmado una petición por más de 350 mil ciudadanos para la cancelación de los Juegos Olímpicos, iniciativa impulsada por Kenji Utsunomiya, expresidente de la Federación de Colegios de Abogados de Japón, misma que fue lanzada a través de la plataforma Change.org. En refuerzo de esto el Sindicato Nacional de Médicos japoneses presentó otra petición al Ejecutivo central para la cancelación de la máxima justa deportiva, su argumento de peso es el riesgo que supondría el traer a tantos turistas y la posible propagación de nuevas cepas de covid-19.
Fuente: El Heraldo de México