La semana concluyó marcada por la violencia, donde al menos 57 personas perdieron la vida en cinco masacres registradas en el país.
Con estas cifras, de acuerdo a la organización Causa Común, México contabiliza 250 ataques armados de este tipo entre enero y junio de este año.
Cabe recalcar que la organización califica como masacre los ataques donde hay más de tres víctimas mortales.
El evento que más muertos registró durante la semana que concluyó fue la masacre de 19 civiles al alzar en Reynosa, Tamaulipas, quienes fueron ultimados por células del Cártel del Golfo, quienes, de acuerdo con testimonios de un sicario detenido, fue para “calentar la plaza”.
En Valparaíso, Zacatecas, una disputa entre cárteles que buscan el control de la plaza dejó 18 sicarios muertos, y otra en Fresnillo elevó la cuenta a 25 en ese estado, al contabilizarse siete defunciones.
Le sigue el asesinato de siete personas por parte de un grupo armado en un taller mecánico en Salvatierra, Guanajuato, y posteriormente el motín en el penal de Villahermosa, Tabasco, con seis reos muertos.
De acuerdo con expertos en materia de seguridad consultados por El Universal, la violencia de la última semana podría estar relacionada con los vacíos de poder en algunos estados tras las elecciones.
Dicho vacío de poder no es ajeno al Gobierno federal, pues tras celebrarse los comicios actualmente hay movimientos dentro del Gabinete presidencial, el cual, señalan expertos, es aprovechado por las células criminales.
La crisis de seguridad que atraviesa el país se da en el marco en que el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador busca impulsar una reforma constitucional para que la Guardia Nacional pase al control de la Secretaría de la Defensa Nacional, pese al acuerdo de que su mando sería civil.
En ese sentido, ayer durante un evento en Ensenada, Baja California el titular de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, afirmó que la Guardia Nacional es una institución hermana del Ejército y la Marina Armada de México.
El mando castrense aseguró que “podemos ver a la Guardia Nacional como una corporación policial que cuenta con una identidad propia”.
Por su parte, la oposición en la Cámara de Diputados acusó que, de acuerdo con informes del Gobierno federal, solo 10 por ciento de los más de 100 mil efectivos de la Guardia cuenta con la certificación para realizar su función y el 80 por ciento proveniente de la Armada no está capacitado para realizar funciones de policía civil.
María Elena Morera, directora de Causa Común, acusó que la Guardia tiene la instrucción de no actuar hasta que hayan pasado los hechos; aseguró que en lo que va del año se han contabilizado 12 mil 513 asesinatos.
Durante el sexenio se han registrado 83 mil 695 víctimas de homicidio doloso.
Fuente: El Siglo de Torreón