Tras casi 20 años, el ejército de Estados Unidos abandonó el viernes la Base Aérea de Bagram, el epicentro de su guerra para derrocar a los talibanes y perseguir a los autores de los ataques terroristas de Al Qaeda el 11-S.
La base aérea fue entregada a la Fuerza Nacional de Defensa y Seguridad de Afganistán, señalaron funcionarios, que hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a dar esa información a los medios.
El mando militar estadounidense de mayor rango o en Afganistán, el general Austin S. Miller, “aún conserva todas las capacidades y autoridad para proteger a las fuerzas”.
La retirada del aeródromo de Bagram es el indicio más claro de que los últimos de los entre 2 mil 500 y 3 mil 500 soldados estadounidenses han abandonado el país o están a punto de hacerlo. Lo realizan meses antes del 11 de septiembre, la fecha prometida por el presidente Joe Biden.
La mayoría de los soldados de la OTAN se han marchado de Afganistán de forma discreta desde esta semana. Los anuncios de varias naciones muestran que la mayoría de los efectivos europeos se fueron sin muchas ceremonias.
Información con sigilo
Washington ha rechazado decir cuándo saldrá del país su último soldado por motivos de seguridad. También se está negociando aún la protección del Aeropuerto Internacional Hamid Karzai de la capital, Kabul. En la actualidad, las instalaciones están protegidas por efectivos turcos y estadounidenses. Ese operativo está incluido en la misión Apoyo Decidido, que es la que está a punto de finalizar.
Estados Unidos mantendrá alrededor de 650 soldados en Afganistán para proteger su amplia embajada en la capital. Se entiende que este destacamento estará contemplado en un acuerdo bilateral con el gobierno afgano.
La salida de Estados Unidos y la OTAN coincide con el rápido avance de los insurgentes talibanes en varias zonas del país. Han invadido docenas de distritos y abrumado a las fuerzas de seguridad locales.
En un preocupante avance, el gobierno de Kabul ha resucitado milicias con antecedentes de violencia brutal para asistir a las fuerzas de seguridad. En lo que tuvo todas las características de una última conferencia de prensa, el general Miller advirtió esta semana que la continua violencia pone al país en riesgo de una posible guerra civil y señaló que el mundo debería estar preocupado.
Fuente: Publimetro