El ombudsperson oaxaqueño, Bernardo Rodríguez Alamilla afirmó que, para hacer frente a los nuevos retos sociales en el país y en la entidad, es indispensable repensar y fortalecer los organismos defensores de derechos humanos.
En su videocolumna “Puntos Cardinales”, el titular de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) hizo un repaso histórico de la creación de los entes responsables de la protección y defensa de derechos humanos, a lo largo de poco más de tres décadas de su creación.
Refirió que, estos organismos fueron pensados a semejanza de las entonces procuradurías, lo cual los mantenía alejados de la ciudadanía y complicaba el acompañamiento hacia las personas víctimas.
En este sentido, enlistó cinco elementos fundamentales para repensar la operatividad de los organismos defensores de derechos humanos del país, como una medida de generar confianza entre la sociedad y los órganos defensores de derechos humanos.
El primero de estos elementos, indicó, consiste en que todos los órganos defensores de derechos humanos tienen que poner en el centro de su toma de decisiones a la persona.
Ejemplificó que desde la propia DDHPO se ha podido observar que cuando la ciudadanía acude a plantear una queja, no viene pensando en que se abra un expediente, sino en que se le ayude a resolver una problemática. De ahí, la importancia de analizar en términos de lo que requiere la persona que acude a solicitar los servicios que brinda el organismo defensor de derechos humanos.
El segundo elemento, apuntó, implica pasar de una visión correctiva a una visión preventiva de derechos humanos, pues cuando se analiza una violación a estas garantías, se tiene que entender que estamos ante una causa y no nada más ante un caso.
“Desde el trabajo de esta Defensoría se ha observado que en su mayoría son las mismas autoridades y los mismos derechos por los cuales las personas acuden a interponer su queja”, sostuvo.
En este sentido, agregó que se debe hacer un análisis a nivel interno y externo de las instituciones, es decir, se debe incidir en las políticas públicas, pues solo así se podrá generar una mejor protección y defensa de derechos humanos.
El tercer elemento, resaltó, tiene que ver con la mediación, “es importante generar metodologías para que cuando al interior de las comunidades en las que se están señalando violaciones a derechos humanos, el organismo defensor pueda intervenir no como un ente que llega a señalar cuál es la verdad de los hechos, sino a generar procesos de construcción y diálogo tendientes a lograr una resolución pacífica de conflictos”.
Destacó que el cuarto elemento consiste en mejorar las metodologías y la intervención educativa con las que tradicionalmente han trabajado los órganos defensores de derechos humanos en dos sentidos: en contenido y en la forma en cómo se hacen llegar esos contenidos.
Detalló que, en cuanto al contenido, se necesita mejorar la capacidad de utilizar lenguajes incluyentes y con perspectiva de género. Mientras que, en lo referente a forma, se debe hacer uso de todas las tecnologías digitales para acercar los contenidos a mayor población en menor tiempo.
Explicó que el quinto elemento consiste en que los órganos defensores de derechos humanos sean los epicentros de exigencia de nuevos derechos, entre los cuales mencionó el derecho a la ciudad, a migrar, a la participación política de las mujeres, a la libre orientación de género, entre otros.
Finalmente, el defensor de los Derechos Humanos, indicó que en estas tres décadas en las cuales se han desarrollado los órganos defensores de derechos humanos implican una renovación constante de los mismos, es decir, “el trabajo de las instituciones tiene que estar respaldado por la confianza de la ciudadanía, sino existe esta confianza la legitimidad en las mismas no se va a dar y consecuentemente habrá un retraso permanente de ellas para con la ciudadanía”, concluyó.
La videocolumna “Puntos Cardinales” es un espacio de reflexión y análisis en materia de derechos humanos, a través de la cual se abre la conversación sobre temas de interés colectivo, que se transmite cada domingo a través de las redes sociales del ombudsperson oaxaqueño y de la propia Defensoría.