Sólo por detrás de las superpotencias China y Estados Unidos, las clavadistas mexicanas Gabriela Agúndez y Gabriela Orozco subieron al podio olímpico del salto sincronizado y dieron a su país la medalla de bronce, la segunda que logra en Tokio 2020 tras la del equipo mixto de tiro con arco.
Para Orozco es la segunda medalla olímpica tras las de plata se obtuvo en esta misma disciplina con Paola Espinosa.
“Esto es el resultado de muchos años de trabajo”, dijo Agúndez García. “Muchos años de luchar, de darlo todo en cada entrenamiento”.
Las chinas Yuxi Chen Jiai Zhang se impusieron con 364.78 puntos, por delante de los 310.80 de las estadounidenses Jessica Parratto y Delaney Schnell.
El triunfo de la dupla china amplió el dominio de su país en la prueba a seis Juegos. China tiene un récord de imbatibilidad en la prueba, que se introdujo en 2000, mientras que la medalla de Parratto y Schnell fue la primera para Estados Unidos.
Las mexicanas puntuaron 299.70, después de ir menos a más. Del séptimo lugar que ocupaban tras el segundo salto remontaron al quinto en el siguiente, luego al cuarto y finalmente, con un doble y medio atrás con giro y medio que mereció su mejor nota, 71.04, entraron en el podio.
Orozco y Agúndez aseguraron la presencia de México en el podio de clavados por cuarta vez de forma ininterrumpida desde Pekín 2008.
Con información de Efe y Reuters
Fuente: Forbes