-Oaxaca en la antesala del terror; colapsa salud, municipios claman la ayuda, no hay oxígeno, ni medicinas
Enfrascado en su necedad de realizar la vapuleada y caricaturesca consulta popular para enjuiciar a expresidentes, el presidente Andrés Manuel López Obrador pareciera no importarle lo que suceda a la población mexicana con la pandemia, se niega a poner el semáforo rojo en entidades federativas donde los contagios están imparables, no le da importancia.
López Obrador ni siquiera ha anunciado una nueva estrategia para contener la tercera ola de contagios en el país, que por supuesto es urgente y necesario acelerar el esquema de vacunación y aumentar el número de pruebas diarias, que ayudaría a tener un diagnóstico oportuno y romper cadenas de contagios.
Son más de 6 mil nuevos casos positivos diarios en el país, cifra que se registra desde el 1 de julio, cuando terminaron las campañas electorales. Pero el presidente de la República se ha empeñado en mantener una política de no aplicar pruebas masivas a la población, una medida básica para diagnosticar el letal virus. Anda en gira como si nada pasara en México.
AMLO ha tomado tan a la ligera el grave problema de salud que enfrentamos, que se ha atrevido a decir que “llueva, truene o relampagueé”, las y los niños volverán a clases presenciales y en Oaxaca la Sección 22 de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, lo desafió, al responderle que no volverán a las aulas y en eso el magisterio oaxaqueño tiene mucha razón.
No hay condiciones presidente terco, necio, “chenote” como dicen en mi pueblo, Zanatepec.
Con un sistema de salud colapsado, que enfrenta un déficit financiero por más de $10 mil millones de pesos, imposible de subsanar, en Oaxaca no hay lana para enfrentar la pandemia, prácticamente se ha desbordado con un crecimiento exponencial en esta tercera ola de covid19 que suma 54,444 casos positivos, más de 400 nuevos infectados diarios y 18 hospitales saturados.
La federación abandonó a los hospitales que atendían a pacientes con covid19, no hay dinero para la reconversión de los mismos, los que tiene el estado son insuficientes, no hay camas, ni medicamentos, muchos enfermos se observan en los pasillos como en el “Aurelio Valdivieso”, donde esperan turno, son escenas dramáticas.
En Oaxaca estamos en una situación de emergencia sanitaria por una pandemia mal manejada, escasea el oxígeno, en el Istmo hay seis municipios, donde sus autoridades municipales y el Comité Regional de Seguridad en Salud tuvieron que tomar la decisión de aplicar el semáforo rojo por el crecimiento desbordante de contagios como son: Juchitán, Ingenio Santo Domingo, Salina Cruz, Ciudad Ixtepec y el Barrio La Soledad.
Para muchos es conocido lo que ocurre en el municipio de Tequisistlán, familias completas contagiadas, 170 casos positivos y 20 decesos, no hay tanques de oxígeno, muchos de los que radican en otros estados como Puebla, Veracruz, Ciudad de México, hasta Estados Unidos, están apoyando con recursos económicos y medicinas para ayudar a sus paisanos infectados en ese municipio también conocido como “La puerta al Istmo”.
Y lo mismo ocurre en Jalapa del Márquez con 200 contagios; Pochutla, en la costa oaxaqueña ya no hay espacios en los hospitales, lo ha dicho la propia autoridad municipal que decidió aplicar multas de $500 pesos a quienes no porten la mascarilla, hay una gran impotencia porque se registran casos de pacientes que no pueden recibir la atención médica, como el del exfiscal de Oaxaca, Héctor Joaquín Carrillo Ruiz, quien falleció hace unos días, muy triste su situación.
Por eso es importante que ahora sean los gobiernos en los estados quienes tomen las decisiones pertinentes para reducir los contagios, y en Oaxaca urge que el gobernador Alejandro Murat Hinojosa que ha sido bastante complaciente con AMLO, o bien le diga que de plano la entidad está en emergencia de salud o que tome la decisión de regresar al semáforo rojo, aunque nos va a pegar nuevamente en la economía, pero no tenemos alternativa.
Se debe reducir el aforo de personas en los comercios, restaurantes, cines, este último ha sido un foco de contagios porque es un espacio cerrado, al igual que los gimnasios. Ojo, apenas viene el pico de la pandemia en esta tercera ola, se debe acelerar la vacunación, aunque esta no evitará que se registre el máximo de contagios.
Por fortuna ya en algunos municipios, sobre todo del Istmo, se han cancelado las fiestas patronales, hasta que no vieron lo duro, las autoridades municipales no tomaron esas medidas, caso concreto Tapanatepec y Zanatepec, donde ya tenían todo programado para el bailongo. Mucha irresponsabilidad.
Claro que como sociedad también tenemos mucha responsabilidad de cuidarnos y de cuidar a los demás, hemos sido muy irresponsables con las medidas sanitarias, ni guardamos sana distancia y muchos ni el cubrebocas utilizan, sobre todo donde hay aglomeración de personas, relajaron las medidas de higiene y hoy las consecuencias son funestas.
Si bien es cierto que la vacuna ayuda muchísimo a que la enfermedad no les pegue con un cuadro de salud grave, no los mande al hospital, y tampoco haya letalidad, se ha dado más en quienes no están inmunizados, en los jóvenes y hasta niños, tampoco debemos confiarnos, porque aún vacunados se contagian, el virus no perdona, por eso el llamado es urgente a no relajar las medidas.
Ante todo, debemos ser responsables, al menor síntoma, se debe consultar de inmediato al médico, si están en una zona donde hay pruebas lo mejor es que se la hagan y seguir todos los protocolos de salud, el aislamiento y quedarse en casa, pero no andar en la calle porque aun cuando estemos vacunados si nos infectamos también contagiamos.
Y en donde no hay pruebas para la aplicación, lo mejor es seguir las instrucciones de los médicos, pero siempre consultarlo a tiempo, en los primeros síntomas de la enfermedad, no cuando ya pasó una semana y empiezan a tener problemas de oxigenación, porque es donde el cuadro de salud del paciente se complica y llegan a la intubación, donde de 10 pacientes, 8 fallecen lamentablemente, esas son las estadísticas.
Y aunque AMLO ha dicho que las autoridades en algunos municipios no deben ser tan drásticas de prohibir y prohibir, en Oaxaca sí es necesario aplicar medidas más contundentes, porque la gente no entiende, solo habría que checar aquí en la capital oaxaqueña que tal está el aforo de personas y ambulantes en las calles aledañas al zócalo, está imposible.
Entiendan, ahorita hay 18 hospitales al tope, no cabe un solo paciente más de covid.
Así que nosotros decidimos, o nos cuidamos llevando las medidas de higiene estrictamente y exigiendo a nuestras autoridades que cumplan con su responsabilidad de garantizar insumos, medicinas y la vacunación al pueblo, o la pandemia no va a parar.
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