Después de más de dos semanas de permanecer relegados en calles aledañas al corazón de la capital, aseadores de calzado regresaron al Zócalo de la Ciudad.
En donde instalaron sus herramientas de trabajo para dar inicio a su jornada laboral, toda vez que al igual que a los ambulantes, la autoridad municipal de Oaxaca de Juárez les impidió su ingreso pese a que cuentan con 10 y más de 20 años laborando en la zona.
Los aseadores de calzado quienes en días pasados se manifestaron por el incremento en el costo de los permisos, señalaron que en donde fueron reubicados por más de dos semanas, no lograron reunir ni si quiera 20 pesos diarios.
Uno de los boleros identificado como Alberto, aseguró que sus finanzas no dan para pagar permisos que van desde los cuatro hasta los cinco mil pesos “se nos quiere cobrar dos años, aunque el presidente dijo que nos condonarían el permiso del año pasado por la pandemia”.
Sin embargo, tras una serie de denuncias los aseadores de calzado volvieron al centro de la ciudad.