Uno de los sectores de la población que también fue muy afectada por la pandemia, han sido las y los estudiantes, pues se modificó la manera de recibir su educación, pues de manera presencial, paso a tener que utilizar diferentes herramientas tecnológicas digitales.
El regreso presencial a las escuelas, tras más de un año de cierre por la pandemia de COVID-19, es un paso clave para la continuidad de la educación y la recuperación de aprendizajes que contribuirá a mitigar muchos problemas.
El tema ha resultado bastante controversial, pues si bien los menores son un sector que no ha sido incluido en el programa de vacunación contra el Covid – 19.
El Gobierno de México ha negado que exista evidencia de COVID – 19 en niñas y niños, al sostener que “En el mundo NO existe evidencia de epidemia por COVID-19 en menores de edad”.
A pesar de que los casos de niñas, niños y adolescentes con COVID-19, pasaron de 84 a 60 mil 928 del 12 de abril de 2020 al 8 de agosto de 2021 y se han registrado también 613 fallecimientos, esto de acuerdo con datos de la Secretaría de Salud dados a conocer por el Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA).
Por ello, preocupada por este sector tan vulnerable, recientemente he impulsado desde el Congreso del Estado en conjunto con mi compañera diputada María de Jesús Sánchez, un exhorto, el cual fue aprobado por obvia y urgente resolución a fin de que el Gobierno Federal incluya a los menores, a partir de los 12 años de edad en el programa de vacunación y de esta manera se tenga un regreso a clases más seguro.
En nuestro estado, las autoridades educativas, a través de su Director General, Francisco Ángel Villarreal señaló que proteger la vida de las niñas, niños y todos los oaxaqueños es prioridad de este gobierno, por ello, el regreso a clases para este nuevo ciclo escolar, será consensuado, seguro, gradual, escalonado, mixto, pero sobre todo acorde a las circunstancias de cada comunidad.
Es importante tomar en cuenta los riesgos que implican mandar a las niñas y niños a la escuela, pues van desde el traslado a la escuela hasta la estancia en la misma, por ello, cada padre de familia debe de tomar en cuenta los diferentes criterios y riesgos para sus hijos, porque a ningún padre de familia le gustaría que su hijo o hija forme parte de las estadísticas y además la magnitud que implica esta enfermedad.
Sin lugar a duda, aún falta un gran camino por recorrer en este tema, pero es importante señalar que el regreso a clases dependerá en gran medida de la confianza y colaboración de la comunidad escolar – estudiantes, docentes, personal de apoyo, madres, padres y cuidadores – y de las medidas de mitigación de riesgo de contagios.
El programa de vacunación afortunadamente continúa avanzando en nuestro estado, pues ya se esta vacunando a la población más joven que son a partir de los 18 años, eso ayudará a que se frene esta pandemia, incluso se habla de una tercera dosis como refuerzo para ciertos grupos vulnerables como los diabéticos. Recordemos que la salud es un derecho humano que todos merecemos.