Hoy se dará a conocer la segunda entrega del peritaje de la empresa noruega DNV sobre el desplome de una estructura en la Línea 12 del Metro, el 3 de mayo, que mató a 26 personas y dejó heridas a 100 más.
Se espera que DNV amplíe los hallazgos de la primera parte del estudio –la cual adelantó en exclusiva EL FINANCIERO, el 16 de junio–, con la inclusión de nuevos elementos sobre el origen de la tragedia.
Con la entrega de hoy y el reporte final, previsto para septiembre, DNV establecerá cuáles fueron las causas inmediatas del percance y problemas sistémicos en la operación de la Línea 12 del Metro.
De acuerdo con los avances de las investigaciones, a las que ha tenido acceso este medio, entre los nuevos elementos que se darán a conocer este lunes están las conclusiones sobre cuatro potenciales causas inmediatas de la falla.
Se trata del pandeamiento lateral-torsional de las vigas de acero; trituración de la losa de concreto, influencia de cargas por el sistema de ferrocarril y la falta de mantenimiento de la infraestructura.
Un borrador preliminar del estudio de DNV señala que ninguno de los elementos antes citado pudo ser, por sí solo, causante de la tragedia; necesariamente tuvo que haber una combinación de dos o más aspectos para generar el colapso.
De acuerdo al análisis, la zona del siniestro (trabe ubicada entre las columnas 12 y 13, del tramo elevado, entre las estaciones San Lorenzo Tezonco y Olivos) se identificaron varios factores de riesgo.
Entre ellos, están los aspectos de construcción, como la anexión de una viga para un tercer carril y diferencias de asentamientos en los cimientos poco profundos y profundos, que soportan la zona donde ocurrió el desplome.
También se identificaron aspectos de riesgo por el uso de diversos tipos de concreto, así como la efectividad de conexión del concreto prefabricado y el concreto colado.
Así como el peso que se colocó en el tramo colapsado, tanto de origen como el instalado tras la reparación realizada en 2014-2015.
También se estudió, como factor de riesgo, el impacto que tuvo en la estructura lo ocurrido con el terremoto del 19 de septiembre de 2017.
Finalmente, se señala un “potencial déficit” de mantenimiento de elementos de trabajo civil en el sistema férreo y en general en la estructura del Metro; así como la deficiencia potencial en el diseño de varias estructuras.
Estos factores se suman a los que ya se dieron a conocer en el primer reporte del 16 de junio, entre los que se encuentran las fallas detectadas en la soldadura de los pernos Nelson, porosidad y falta de fusión en la unión de pernos y trabe. Así como la falta de pernos en las trabes que conforman el conjunto del puente, diferentes tipos de concreto en trabe; soldaduras no concluidas o mal ejecutadas, y falla en la supervisión y control dimensional en soldaduras de filete.
Cabe destacar que en septiembre próximo se dará a conocer el dictamen final elaborado por DNV.
Fuente: El Financiero