Chiapas.- Unos 3,000 migrantes, amparados contra una eventual detención, avanzaron por segundo día en su ruta de más de 1,000 kilómetros que los llevará de la ciudad de Tapachula, en donde permanecieron varados por meses, a la Ciudad de México.
El sábado salieron durante la mañana de Tapachula, considerada por la población migrante una “ciudad prisión”, debido a que autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM) les impusieron su estancia en esa localidad, en donde gran parte de la población migrante tiene trámites abiertos para solicitar refugio en México.
Los migrantes han demandado salir de esa ciudad y continuar su proceso ante la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) en otras entidades donde tengan oportunidad de trabajar.
En meses recientes intentaron salir, organizaron cuatro caravanas, y cada una de ellas fue interceptada por agentes migratorios y de la Guardia Nacional (GN) en operativos de contención violentos.
Por ello, en esta ocasión los migrantes que ahora se encuentran en ruta, interpusieron amparos ante la justicia federal para evitar una detención.
Sin embargo, ayer agentes policiacos intentaron detenerlos en el lugar conocido como Nuevo México, sin que lograran su objetivo porque la caravana pasó corriendo y los uniformados optaron por hacerse a un lado, no sin que algunos migrantes resultaron golpeados.
Después de caminar unas ocho horas, los migrantes pernoctaron en el municipio de Mazatán, y la mañana de este domingo iniciaron su viaje.
La mayoría de los migrantes que llamaron a esta la “Caravana de la Paz”, son de origen centroamericano, también hay población cubana, haitiana, venezolana y de Nicaragua.
Uno de los organizadores de la caravana, Irineo Mujica, de la organización Pueblos Sin Frontera, explicó que autoridades migratorias buscan impedir el tránsito regular y ordenado de la población migrante, mediante prácticas de dilación y corrupción.
“Agentes del INM destruyen los documentos de los migrantes, entre ellos sus visas y permisos legales de estancia en el país; también tardan meses para dártelos, pero si hay dinero las mismas tarjetas con sus sellos se venden como pan caliente”, acusó.
Mujica detalló que la caravana no tiene como objetivo llegar a la frontera con Estados Unidos, sino a la Ciudad de México, en donde considera que hay mejores condiciones para que la población migrante que se vio obligada a salir de sus países, tenga medios de vida.