El general de mayor rango en Sudán declaró este lunes el estado de emergencia, horas después de que sus fuerzas detuvieran al primer ministro en funciones y cortaran la conexión a internet, en un aparente golpe de Estado cuando el país se acercaba a una transición programada a liderazgo civil.
En un mensaje televisado, el general Abdel-Fattah Burham anunció la disolución del Consejo Soberano, el órgano de transición que lideraba el país, así como del gobierno del primer ministro, Abdalla Hamdok. El general mencionó que las diferencias entre facciones políticas llevaron al Ejército a intervenir y prometió completar la transición política del país. Un nuevo gobierno tecnócrata llevará al país a elecciones, añadió.
Miles de personas llenaron las calles de Jartum y su ciudad gemela, Omdurman, en protesta por la aparente toma de control militar. Imágenes compartidas en internet parecían mostrar a manifestantes que bloquearon calles y prendieron fuego a neumáticos mientras las fuerzas de seguridad utilizaban gas lacrimógeno para dispersarlos.
La gente coreaba “El pueblo es más fuerte, más fuerte” y “¡La retirada no es una opción!” mientras el humo de los neumáticos en llamas se alzaba en el aire.
Al menos 12 manifestantes resultaron heridos en manifestaciones, según el Comité Sudanés de Médicos, que no dio más detalles.
Una toma militar del gobierno sería un gran revés para Sudán, que ha luchado por avanzar en su transición desde que el veterano autócrata Omar al-Bashir fue depuesto en medio de protestas masivas.
Burhan debía entregar el liderazgo del consejo de transición a un civil en menos de un mes. El Consejo Soberano, que ha dirigido el país desde poco después de la destitución de Al-Bashir, incluye a miembros civiles y militares, que se han enfrentado entre sí con frecuencia sobre el futuro del país y la velocidad de la transición a la democracia.
Estados Unidos y la Unión Europea expresaron su preocupación por los sucesos en Sudán.
El enviado especial de Estados Unidos al Cuerno de África, Jeffrey Feltman, indicó este lunes por la mañana que estaba “profundamente alarmado” por los reportes. Feltman se había reunido durante el fin de semana con líderes militares y civiles de Sudán para tratar de resolver las crecientes diferencias entre los miembros del gobierno provisional. El responsable de Exteriores de la Unión Europea, Josep Borrel, tuiteó que seguía los acontecimientos con “la máxima preocupación”.
Antes del amanecer del lunes empezaron a surgir los primeros reportes sobre un alzamiento militar. Para media mañana, el Ministerio de Información confirmó que el primer ministro, Abdalla Hamdok, había sido detenido y trasladado a un lugar no revelado. También fueron detenidos varios miembros destacados del gobierno, según indicó el Ministerio en una publicación en Facebook. Se desconocía su paradero.
Además, el acceso a internet se cortó de forma generalizada y la televisora estatal de noticias emitía música patriótica tradicional. En un momento dado, militares asaltaron las oficinas de la televisora estatal en Omdurman y detuvieron a varios trabajadores, según el Ministerio de Información.
La tensión entre líderes civiles y militares de Sudán había ido creciendo durante las últimas semanas. Un intento golpista fallido en septiembre dividió al país en dos viejas facciones, enfrentando a los islamistas más conservadores que quieren un gobierno militar contra aquellos que derrocaron a Al-Bashir en protestas multitudinarias. En días recientes, ambas partes habían salido a las calles en protestas.
Bajo el gobierno de Hamdok y el consejo de transición, Sudán ha salido poco a poco de la condición de paria en la comunidad internacional que padecía bajo el control de Al-Bashir. Estados Unidos retiró a Sudán de su lista de países que patrocinan el terrorismo en 2020, lo que abrió camino a inversiones y préstamos internacionales muy necesitados. La economía sudanesa ha sufrido con el choque de las reformas económicas reclamadas por instituciones internacionales de préstamos.
Sudán ha registrado varios golpes militares desde que se independizó de Gran Bretaña y Egipto en 1956. Al-Bashir llegó al poder con un alzamiento militar en 1989 que destituyó al último gobierno electo del país.
Antes este lunes, dos funcionarios dijeron que cinco miembros del gobierno habían sido detenidos. Hablaron bajo condición de anonimato al no estar autorizados a discutir el tema con la prensa.
Entre los detenidos estaban el ministro de Industria, Ibrahim al-Sheikh; el ministro de Información, Hamza Baloul; Mohammed al-Fiky Suliman, miembro del organismo de transición que gobierna el país, conocido como Consejo Soberano, y Faisal Mohammed Saleh, asesor de medios del primer ministro, Abdulla Hamdok, según los funcionarios.
Al difundirse las noticias sobre detenciones, el principal grupo prodemocracia y el Partido Comunista de Sudán hicieron sendas llamadas a los sudaneses para que tomaran las calles.
El Partido Comunista convocó además una huelga y una campaña masiva de desobediencia civil tras lo que describió como un “golpe militar pleno” orquestado por el líder del Consejo Soberano, el general Abdel-Fattah Burhan.