Ciudad de México, 10 de noviembre (SinEmbargo).- El Canciller Marcelo Ebrard confirmó que durante la reunión de seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), más de 47 países se inscribieron para participar en la formación del Plan Mundial de Fraternidad y Bienestar propuesto por el Presidente Andrés Manuel López Obrador.
En la conferencia de prensa matutina, el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) indicó que el Plan Mundial en pro de las personas en situación vulnerable de todo el mundo beneficiará al menos a 750 millones de personas que ganan menos de dos dólares al día.
“Ayer el Presidente López Obrador llamó la atención de la comunidad internacional para que esto no siga siendo el caso, que eso cambie y eso es el fundamento de la fraternidad y posteriormente del bienestar de toda la humanidad, asunto mayor, el principal de la ONU, las libertades y la felicidad de los pueblos”, expresó el Canciller.
Compartió que en el discurso ante Naciones Unidas, López Obrador apostó a que la comunidad internacional deje de pensar que la desigualdad es la normalidad y ayuden a las millones de personas en el mundo que viven en pobreza, que están olvidadas y sólo son tomadas como referencia.
Partidarios del Presidente de México Andrés Manuel López Obrador le escuchan en Nueva York el martes 9 de noviembre del 2021 mientras éste habla ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Foto: AP
Aunque el Secretario no especificó cuáles son los 47 países de las 193 naciones que forman parte de la ONU, sí detalló que el siguiente paso es la elaboración del plan, por lo que se buscará el cobro del cuatro por ciento de las fortunas de las personas más ricas del mundo y de las corporaciones con más ingresos anuales, además del 0.2 por ciento del PIB de los países que conforman el G20.
Ebrard también mencionó que la entrega de apoyos se realizará de manera directa hacia los beneficiarios.
En su participación ante la ONU, el Presidente pidió al Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) integrar un censo de los pobres del mundo para entregar una tarjeta o monedero electrónico en el que se distribuyen los fondos.
Sobre la entrega de apoyos, el mandatario precisó que se asignarían directamente a las personas y no como fondos para los países. Asimismo, calculó que se podría tener un billón de dólares en su primer año de ingreso y la ONU podría destinar un día para otorgar reconocimientos o certificados de solidaridad para las personas que participen por su vocación humanitaria.