Viena, 14 de noviembre (EFE).- El Gobierno de Austria decidió este domingo poner en marcha a partir de la próxima medianoche nuevas restricciones sociales exclusivamente para personas no vacunadas o no curadas de COVID-19.
“La situación es seria. La cuarta ola (de la pandemia) nos afecta plenamente. Eso se debe a la variante Delta (del virus) pero también se debe a la baja cuota de vacunación”, dijo ante la prensa el Canciller federal, el conservador Alexander Schallenberg.
Un 65 por ciento de la población adulta está vacunada en Austria, con lo que el país se encuentra al final de la lista entre los países de Europa Occidental.
A partir del lunes las personas no vacunadas y no curadas de COVID-19 sólo podrán salir de sus viviendas para ciertas actividades, como ir a trabajar, estudiar o ir de compras a tiendas de primera necesidad.
Además, podrán salir a la calle para ir al médico, vacunarse o para dar un paseo.
Sin embargo, quedará prohibido ir de compras a tiendas no esenciales, acudir a restaurantes, bares, gimnasios y eventos culturales y deportivos, entre otros.
Schallenberg precisó hoy que la incidencia entre las personas no vacunadas se encuentra en Austria en unos mil 700 casos por 100 mil habitantes en siete días, con fuerte tendencia al alza.
Mientras, la incidencia entre las personas vacunadas se sitúa en 383 casos por 100 mil personas, con tendencia a la baja, agregó el Canciller federal.
Por eso, precisó Schallenberg, el Gobierno debe proteger a las personas no vacunadas ni curadas, para reducir así los contactos sociales entre todos los sectores de la población.
Austria es uno de los países con la tasa de vacunación más baja de Europa Occidental, con un 65 por ciento de la población adulta inmunizada hasta ahora. Foto: EFE
“El porcentaje de vacunación es vergonzosamente bajo y sin subirla no podremos salir de este círculo vicioso (de la pandemia del coronavirus)”, señaló el Canciller austríaco.
Las medidas anunciadas hoy serán controladas por la Policía austríaca de forma aleatoria, con multas por incumplimiento de hasta 500 euros para los particulares y de hasta 3 mil 600 euros para establecimientos que no cumplen las normas.
La norma será adoptada esta noche por el Parlamento austríaco para un periodo inicial de 10 días (hasta el 24 de noviembre), con la opción de ser luego extendida, lo que requerirá una nueva votación parlamentaria.