La candidata de Movimiento Ciudadano (MC) a la alcaldía de Tlaquepaque, Citlalli Amaya, es considerada vencedora de los comicios extraordinarios, una vez capturadas todas las actas por el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco (IEPC).
Obtuvo 44 mil 579 votos, lo que representa el 43.3 por ciento de la participación electoral, el candidato morenista Alberto Maldonado tuvo 39 mil 141 votos, es decir, el 38 por ciento del total. El tercer lugar sería para la panista, María del Rosario Velázquez, que logró 7 mil 430 votos. La participación total fue del 21.6 por ciento de la lista nominal.
Amaya celebró en redes sociales este virtual triunfo, autoproclamándose ganadora.
“La gente levantó la voz, Tlaquepaque sigue libre y en Movimiento ¡Gracias por su confianza! (…) Nos pusieron a prueba, ya vieron de qué estamos hechos y les ganamos de manera contundente para que no quede duda”, apuntó en su cuenta de Twitter.
La elección extraordinaria se verificó después de que el pasado 30 de septiembre, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación consideró que la intromisión del cardenal Juan Sandoval Íñiguez afectó el resultado y ordenó su repetición.
Sandoval Íñiguez infringió la ley al haber hecho un llamado a no votar por quienes “están en el poder”, pues “se viene la dictadura o se pierde la libertad porque se trata de un sistema comunista, socialista que esclaviza”. El cardenal en retiro dijo además que en ese proceso electoral estaba “en juego también la familia, el bien de la familia y de la vida”.
En la última sesión de la Sala Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) se decretó la culpabilidad de dos cardenales, un obispo y dos sacerdotes mexicanos por su intromisión en la pasada elección constitucional, quienes faltaron al principio de laicidad al alentar a feligreses a meditar bien el voto, rezar para pedir “luz” a Dios y no votar por promotores del acceso al aborto y lo que ellos llaman “ideología de género”.
Los declarados responsables son el Arzobispo Primado de México, Cardenal Carlos Aguiar Retes; el Cardenal Emérito de Guadalajara, Cardenal Juan Sandoval Íñiguez; el Obispo de Cancún-Chetumal, Mons. Pedro Pablo Elizondo Cárdenas; y los sacerdotes Mario Ángel Flores Ramos, entonces rector de la Universidad Pontificia de México (UPM), y Ángel Espinosa de los Monteros.
El tribunal, máxima instancia en asuntos electorales, indicó que los ministros de culto incumplieron la legislación mexicana al publicar videos en el marco del proceso electoral federal 2020-2021, a través de diversos perfiles y canales de Facebook, Twitter y YouTube; el reporte oficial expone qué: “transgredieron los principios constitucionales de separación Iglesia-Estado y de igualdad en la contienda”.
El proceso contra los obispos y sacerdotes mexicanos se abrió por denuncias diputados del partido Morena, al que pertenece el presidente de México Andrés Manuel López Obrador, aunque tiempo después el grupo político retiró las quejas. Ante la decretada culpabilidad, la Secretaría de Gobernación del gobierno de López Obrador tendrá que definir la sanción, que podría ir desde una simple amonestación hasta una multa de tres millones de pesos. La Constitución Mexicana permite que los sacerdotes voten, pero prohíbe que en su calidad de ministros de culto realicen proselitismo a favor o en contra de candidato, partido o asociación política alguna.