La decisión del gigante bancario estadounidense Citigroup de dejar su negocio de banca comercial en México plantea «asuntos delicados» en materia de concentración del mercado financiero local, reconoció este miércoles la secretaría de Hacienda mexicana.
«La salida de nuestro país de un banco de consumo tan grande plantea a las autoridades hacendarias y regulatorias asuntos delicados, mismos que de parte de la Secretaría de Hacienda, recibirán un tratamiento riguroso y exigente», señaló la dependencia en un comunicado.
Subrayó que la decisión de Citigroup supone «un tema fundamental en materia de concentración» en el mercado local.
El anuncio del banco, que opera bajo la marca Citibanamex, llega tras más de un siglo de presencia en México e incluye el cierre de sus operaciones de banca de consumo, pequeños negocios y mercado medio, informó la compañía el martes.
El banco es el tercero privado más grande del mercado después de los españoles BBVA y Santander, y por delante del mexicano Banorte, el británico HSBC y el canadiense Scotiabank.
Estas seis corporaciones son consideradas por el regulador financiero mexicano, CNBV, de «importancia sistémica», pues su quiebra podría afectar la estabilidad del sistema financiero o de la economía del país según los parámetros del comité de supervisión bancaria de Basilea.
La decisión de Citigroup fue informada a Hacienda antes del anuncio público, pero «por razones de confidencialidad y para no causar especulación en el mercado» no se divulgó, señaló la secretaría.
Destacó además que la presidenta del grupo, Jane Fraser, viajó a México a explicar la decisión y confirmó que el banco mantendrá sus actividades de banca empresarial mayorista, con nuevas inversiones.
Por su parte, el secretario de Gobernación de México, Adán Augusto López, afirmó que «hay otros grupos interesados en invertir o estudiar la posibilidad de adquirir» las operaciones del banco estadounidense. El funcionario no reveló nombres de posibles interesados.
El magnate mexicano Ricardo Salinas Pliego fue uno de los primeros en alzar la mano al expresar el martes vía Twitter que ha pedido a su equipo «analizar la conveniencia» de adquirir el negocio.
Nau Securities, una consultora británica, perfila a Santander como otro potencial comprador por unos 13.200 millones de dólares, según el diario local El Financiero.
El volumen de negocio del banco en el sector del que se quiere retirar en México se elevó a 3.500 millones de dólares en los primeros nueve meses de 2021, equivalente a 6% de sus ingresos totales.
Su salida está sujeta a varias condiciones y aprobaciones, incluidas las de los reguladores de Estados Unidos y México.