Emulando al PRI de la década pasada, políticos, militantes y simpatizantes acompañaron a Alejandro Avilés Álvarez a su registro como precandidato a la gubernatura de Oaxaca.
Dos bandas de música amenizaron el encuentro de quienes abarrotaron la sede del partido desafiando a la pandemia del Covid-19, que en los últimos días a registrados nuevos récords de contagios.
Pero esto no importó, los militantes se abrazaron, estrecharon sus manos, se tomaron fotografías con políticos y representantes de los sectores, mostraron pancartas, gorras y banderas alusivas al acontecimiento.
Una voz entre los asistentes comentaba: “hay que demostrar que estamos unidos, aunque a muchos no les guste el candidato”, y se organizaba con otros para lanzar porras a favor de Avilés, el PRI y Oaxaca.
La espera fue larga, desde las 08:00 horas comenzaron a llegar los contingentes, y las bandas tuvieron que ofrecer su mejor repertorio para los asistentes, la mayoría se puso a bailar al ritmo de las acordes.
Entre los políticos se abrazaron, pero la mayoría mostró rostros duros que se reflejaban en la mirada sobre sus cubrebocas, expresiones serias como las del ex presidente estatal del PRI Eviel Pérez Magaña, Héctor Anuar Mafud, Mariana Nassar, José Antonio Hernández Fraguas o Heliodoro Díaz Escárraga.
A la llegada del ahora precandidato, todos los que lo acompañaban quisieron estar en el estrado, nadie hizo caso al maestro de ceremonias que pedía que se bajaran, que sólo el aspirante entregaría su documentación.
Hubo gritos, empujones entre quienes querían subir y los que buscaban poner orden, mujeres pedían que no las empujaran, otros pedían que se bajaran, lo que llevó a retirar dos mesas de la Comisión de Procesos Internos, que fueron obligados a ponerse de pie.
Tres el proceso, Avilés agradeció el apoyo de otros contendientes y los subió a donde dirigía su mensaje para demostrar unidad, pidió aplausos para priístas distinguidos, para quienes murieron en los últimos años.
Y convocó a la unidad, a fortalecerse, “a trabajar por el triunfo, porque le apostaron a que nos dividirían, que nos confrontarían, pero se equivocaron y les gana costar porque vamos a ganar”.
Como siempre, las bases sacaron adelante el evento, con entusiasmo y fidelidad, a pesar de que muchas veces tras estos actos y luego de emitir su voto son olvidados.