Comerciantes alegan contar con permisos desde hace 3 décadas
Carina García
Son más de cuatro calles a la redonda. Ingresar a esta zona es la puerta al purgatorio, un lugar que se debate entre la conservación de la denominación de Patrimonio Cultural de la Humanidad y la disputa por espacios comerciales.
Módulos, lonas de colores; productos artesanales de otros estados así como juguetes y diversos juguetes se ofertan en cada uno de los pasillos, que antes se encontraban libres.
Caminar por calles estrechas representa un peligro constante para los transeúntes quienes diariamente esquivan los obstáculos.
Aunque el presidente municipal de Oaxaca, Francisco Martínez Neri ha advertido que no permitirá la instalación de un puesto más, sin que tenga acreditado su permiso, algunos líderes se han pronunciado contra esta determinación.
En medio de la inconformidad, Camela Luján Corres, considerada como una de las dirigentes que mantiene el control de los puestos fijos y semifijos del centro de la capital y calles aledañas, ha levantado la voz.
“No hay diálogo, el edil lo rompió”, gritó en medio del respaldo de comerciantes “afectados” de las calles de 20 de Noviembre, los cuales fueron retirados la noche de ayer.
Piso parejo; pagan cuotas a Lazcar
En la calle de Aldama, uno de los vendedores alzó la voz: “no dejan poner nuestros puestos. Morena no nos deja porque dijeron que nuestros dirigentes son priistas y por eso no nos quieren dejar poner cuando llegan ser autoridad deben de ser parejos”.
Entre la indignación y la molestia, el comerciante acompañado de dos más alegó que contaba con un permiso regulado desde hace tres décadas.
“Desde el 2017, no desde el 2019”, se exponían entre ellos los ambulantes quienes revelaron que pagan una cuota anual de 500 pesos a la organización Lázaro Cárdenas del Río (LAZCAR), “pero es como si no le pagáramos a nadie porque no están para defendernos”, dijeron.