El virólogo francés Luc Montagnier, ganador del Nobel de Medicina de 2008 tras participar en el descubrimiento del virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en 1983, ha muerto este martes en un hospital de Neuilly-sur-Seine (París), según ha informado el diario Liberation, que cita fuentes médicas y municipales. En los últimos años, Montagnier, nacido en Chabris hace 89 años, había dilapidado su prestigio, al abrazarse a numerosas corrientes pseudocientíficas.
Un año después de ganar el Nobel, el investigador sostuvo, sin pruebas, que el agua puede recordar unas supuestas ondas electromagnéticas emitidas por el ADN de virus y bacterias. La viróloga francesa Françoise Barré-Sinoussi, codescubridora del VIH y ganadora del Nobel junto a Montagnier, se negó a opinar sobre su colega en una entrevista con este periódico en 2017. “No voy a hablar de Montagnier. No hablo de él. Él es libre para decir lo que quiera”, afirmó Barré-Sinoussi. El virólogo fallecido también recomendaba comer papaya fermentada contra el párkinson y criticaba las vacunas contra la covid, cuya eficacia y seguridad ha sido ya certificada en miles de millones de personas.
Más de un centenar de académicos franceses de ciencia y medicina se rebelaron contra Montagnier en noviembre de 2017, después de que el nobel afirmase que las vacunas “envenenan” a los niños. “No podemos aceptar que uno de nuestros colegas utilice su Premio Nobel para difundir, fuera del campo de su competencia, mensajes peligrosos para la salud, despreciando la ética que debe regir la ciencia y la medicina”, escribieron los académicos en una carta abierta.
El equipo de Montagnier y Barré-Sinoussi, en el Instituto Pasteur de París, descubrió el VIH cuando el sida todavía se conocía como “el misterioso síndrome de las cuatro haches”, porque aparentemente golpeaba más a cuatro colectivos: homosexuales, heroinómanos, hemofílicos y haitianos. En 2005, Montagnier aseguró en una polémica entrevista que una buena alimentación podría evitar las infecciones por el VIH en África.
Los delirios del investigador se habían multiplicado en los últimos años. En 2010, Montagnier también anunció un ensayo clínico en niños para probar un tratamiento con antibióticos contra los trastornos del espectro autista, sin ningún tipo de base científica. El virólogo francés también unió su nombre en congresos a todo tipo de personajes estrafalarios, como Jenny McCarthy, una antigua modelo de la revista Playboy que, sin formación médica, aseguraba que las vacunas provocan autismo, una hipótesis completamente descartada por la comunidad científica.
El codescubridor del VIH se convirtió en un obstáculo para la lucha contra el virus, como denunció el virólogo John Moore, de la Universidad de Cornell (EE UU), en 2010. “Montagnier se ha abrazado en los últimos años a agendas pseudocientíficas y esto ha sido aprovechado por los negacionistas del sida y otros grupos marginales, que argumentan que Montagnier apoya sus alocados puntos de vista”, lamentó Moore en una entrevista con la revista Nature. El virólogo francés se defendió asegurando que los negacionistas del sida tergiversaban sus ideas.
Fuente: El País